Hace un mes, mis compañeros del PP me eligieron de nuevo para representar las ideas y la gestión de la sensatez y la moderación de nuestro partido al frente del ayuntamiento. Para mí es un honor haber obtenido ese respaldo. Por eso, he trabajado duro estos últimos ocho años al frente del consistorio y no ha sido fácil. Heredé un ayuntamiento sumido en una crisis económica brutal. La herencia que me dejó el tripartito de izquierdas: con un presupuesto de poco más de 24 millones de euros, había 17 millones de deuda con los bancos y 1,5 millones de facturas sin pagar en los cajones.

Con esos mimbres tuvimos que empezar a tejer. La primera premisa: sanear económicamente el ayuntamiento. La segunda: que los ciudadanos no perdieran ni un servicio, ni un derecho, ni una oportunidad. La tercera: reducir el paro que acuciaba a las familias y mover el motor de la economía privada para relanzar el municipio. Ahora, hemos cumplido todos los objetivos y lo hemos hecho con creces. Pero esta buena noticia, no la digo yo, la señalan los números, que nunca engañan. Los primeros años sirvieron para pagar a los pequeños proveedores del pueblo que tenían facturas pendientes. Al mismo tiempo, los presupuestos municipales fueron equilibrándose y así hemos conseguido que en estos ocho años se cerraran siempre con superávit y así pagar la deuda al completo.

Todo esto sin que los benicenses hayan perdido ni un derecho, es más, incrementando programas sociales y atención al ciudadano. Es más, hemos conseguido reducir el paro en el municipio en más de un 37% y las inversiones, públicas y privadas, se han multiplicado y somos la envidia de nuestro entorno, en crecimiento, calidad de vida y bonanza económica.

No solo eso. Este año dejaremos resuelto un proyecto ilusionante como es la compra del recinto de festivales que permitirá impulsar nuevos eventos durante todo el año. Y ahora con una excelente noticia, que también la liquidación de 2018 va a permitir que el crédito que se ha pedido para pagar esta compra se liquide este mismo año. Así hablan los números de un Benicàssim que piensa en grande.

*Alcaldesa de Benicàssim