El servicio de socorrismo en las playas de las costas castellonenses está en problemas. La pasada semana dimitieron nueve trabajadores de las playas de Benicàssim, después de aducir que las condiciones no son las óptimas para seguir trabajando en algo tan vital como es salvar vidas de personas. ¿Qué estará pasando en las otras playas?

EL DÍA A DÍA de los y las socorristas en las playas españolas, en general, y de las de la Costa Azahar, en particular, no tiene nada que ver con las vivencias de Los vigilantes de la playa, aquella famosa serie de los años 90 que nos mostraba el quehacer de los socorristas en la playa de Santa Mónica en California. Socorristas felices, casi siempre.

El trabajo de socorrista es un trabajo muy importante, importantísimo, puesto que se trata de salvar la vida de las personas que se encuentran en riesgo de ahogamiento y también de mantener la vida del socorrista que acude en su auxilio. Dicho esto, es necesario que los y las socorristas cuenten el mejor material para realizar su trabajo. Se trata de tener aletas para facilitar el nado hacia la víctima y para salir del mar, flotadores para que la víctima se agarre del torpedo -así se llama el flotador en el argot de socorrismo- y no del socorrista en el momento del salvamento, dificultando el mismo, walkies para poder comunicarse entre ellos de forma oportuna, embarcaciones como zódiacs o motos de agua en perfectas condiciones y adecuadas para las tareas de rescate y salvamento, entre otros artefactos. En cuanto a la protección y seguridad de los propios trabajadores: sombrillas, que si se rompen sean repuestas inmediatamente, no después de varias semanas; crema de protección solar; uniformes de tela impermeable que evite que los trabajadores permanezcan mojados durante horas después de salir del mar o la piscina; o por lo menos uniforme de recambio.

DESDE UNIDES PODEM siempre hemos puesto en el centro de nuestra actividad política a los trabajadores y trabajadoras, sus derechos laborales y su dignidad. En este caso sobre el que opino ahora, tenemos claro que garantizar un futuro digno a los y las jóvenes es garantizar un buen futuro a la sociedad y para lograrlo hemos de abordar el tema del empleo juvenil. No es admisible que en este sector donde se trabaja con vidas humanas las condiciones sean tan precarias, se mezquine con los materiales de auxilio a las posibles víctimas de ahogamiento y no quiero dejar de preguntar acerca de la formación o al apoyo psicológico que se da a los trabajadores que están expuestos a situaciones de alto riesgo, donde la edad media es de 19 años. Jóvenes que encuentran en este sector un empleo para poder pagar sus estudios o el alquiler de su vivienda.

PORQUE ESTÁ en juego la vida de las personas, el servicio de socorrismo debe contar con los materiales adecuados y, lo más importante por encimade todo, con trabajadores preparados y que tengan condiciones laborales dignas, trabajadores felices. Además, porque hemos de construir un mundo mejor.

*Diputada autonómica de Unides Podem en Les Corts Valencianes