A la gestión del día a día de esta pandemia llamada covid-19 se suma, con la llegada del calor, el dichoso mosquito. Un verdadero problema que no entiende de términos municipales ni de colores políticos, que incordia y molesta a todos por igual y que, sin acciones y tratamientos coordinados entre las administraciones, tiene difícil solución.

Sabemos que calor y agua por poca que sea son los ingredientes necesarios para que el mosquito campe a sus anchas y, a estas alturas de la primavera, ya se dan los condicionantes óptimos. Desde el Ayuntamiento de Benicàssim, cada año intensificamos los trabajos de fumigación terrestre incrementando la partida presupuestaria que sea necesaria para ello pero, con sinceridad les digo, que ya no es cuestión de dinero; es cuestión de que sean atendidas nuestras peticiones y desde luego, en la zona del Quadro Santiago la Conselleria nos autorice la realización de vuelos con tratamientos compatibles con el medio ambiente pero que puedan acabar con el temido mosquito. Pero por mucho que conozcamos el remedio, en esta lucha dependemos de autorizaciones de otras administraciones. Por eso vamos a requerir mayor coordinación, claridad y transparencia. Volveremos a requerir que la Consellería nos autorice a realizar los vuelos necesarios para fumigar y acabar con un problema. Trabajar de forma coordinada es la única forma de aumentar la efectividad de los tratamientos y ya no solo por las molestias que causa, también por problemas de salud pública.

Esta plaga no puede ni debe azotar más al turismo en Benicàssim tras la pandemia, pues nos esforzamos cada año en trabajar y pensar en las vacaciones de los demás, y este año mas que nunca, ya trabajamos en nuevas medidas por la seguridad y salud de nuestros vecinos y quienes nos visitan, porque de la decisión que tomen muchas personas al elegirnos como destino vacacional, depende el sueldo de muchas familias. Exigimos a las autoridades sanitarias protocolos de salud que nos saquen de la incertidumbre que nos movemos a la hora de planificar la adaptación de nuestro principal activo turístico, las playas, al tiempo que necesitamos que se permitan los vuelos anti mosquitos para acabar con el problema.

*Alcaldesa de Benicàssim