Si usted tiene un piso en Castellón con un valor catastral de 79.000 euros, sepa que el año que viene pagará siete euros más por el recibo del IBI y nueve euros más por la tasa de basuras. Ese es el resultado de la nueva fiscalidad aprobada por el gobierno de PSOE, Compromís y Castelló en Moviment-Podemos, y esta es la verdadera cara de la izquierda.

Y es que la pretendida y cacareada rebaja de impuestos y la manida fiscalidad progresiva del bipartito se ha convertido en una nueva y gran mentira de la alcaldesa Amparo Marco. Porque lo cierto es que el 2017 el Ayuntamiento recaudará un millón de euros más con el IBI residencial, 600.000 euros más por la tasa de basuras y 1,5 millones de euros más por el IBI no residencial. En total, las arcas municipales recibirán tres millones de euros más que el año anterior. Por lo que de rebaja fiscal, nada de nada.

El incremento del IBI residencial nos lo repartiremos los propietarios de 87.500 inmuebles, el aumento de la tasa de basuras afectará a unas 53.400 casas y a miles de empresas, comercios, hoteles, hospitales o cafeterías y la mayor presión fiscal que soportará el IBI no residencial lo tendrán que asumir cientos de empresas radicadas en el puerto. Pero es que el sinsentido es tal que cerraron el ejercicio 2015 con 22 millones de euros de superávit, dejando de ejecutar un 13% del presupuesto. Así que si ahora recaudan tres millones más ¿para qué los quieren? Si no van a saber cómo invertirlos… ¿No es preferible que sean las empresas y los bolsillos de los ciudadanos quienes dispongan de ese dinero para seguir activando el consumo y generar puestos de trabajo y riqueza?

El Ayuntamiento de Castellón sube los impuestos a los ciudadanos. Esta es la verdad, y todo lo demás un disfraz con el que cubrir la incompetencia de una alcaldesa que demuestra tener pocas ganas de trabajar, pocas ideas y poca palabra.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón