Este fin de semana tuve la oportunidad de volver a ver 14 Kilómetros, película española, ganadora de la Espiga de Oro en el año 2007, que trata sobre tres jóvenes que huyen de África hacia Europa, una escapando de un matrimonio forzoso y otros buscando una vida mucho mejor.

En 2018 batimos récord de solicitudes de asilo; España es el cuarto país de Europa con 54.065 solicitudes, se trata de un 74% más que el año anterior, son datos extraídos de la página web de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). En 2019, en los cinco primeros meses, 46.596 personas han solicitado asilo, según datos del Ministerio de Interior.

En la Comunitat Valenciana solicitar asilo está siendo, al igual que en otras autonomías, una lenta gestión. A los solicitantes se les está citando para abril o mayo de 2020. Solo en ese momento llegarán a tener el estatus de solicitante de protección internacional y es por este motivo que no tendrán ningún derecho a una plaza de acogida. La Comunitat Valenciana ocupó en 2018 el cuarto puesto en número de solicitudes de asilo, la provincia de Valencia tuvo 3.588, Alicante 505 y Castellón 237 solicitudes de protección internacional.

Continuas son las noticias de la saturada atención a los solicitantes de asilo y de la falta de plazas de acogida. Está claro que estamos ante una emergencia social, familias enteras con niños pequeños, duermen a las puertas de los centros sociales donde exista la posibilidad de una cama y abrigo para pasar la noche. Nuevamente la sociedad civil es la que ha dado la cara brindando comida y abrigo para estas familias. En Madrid redes solidarias, familias de escasos recursos, pero ricas en solidaridad, también las parroquias, se han movilizado para ayudar en la medida de sus posibilidades.

LA SECRETARIA de Estado de Migraciones del gobierno en funciones ha recibido, la semana pasada, a una delegación de personas solicitantes de asilo quienes han entregado un documento informativo de su situación y de la urgencia de acceder al programa de asilo. Pero según los propios solicitantes no han recibido la respuesta que esperaban. Se fueron con la noticia de que todo está colapsado porque vienen muchas personas a solicitarlo.

Como ejemplo, en 2018 el gobierno alemán dio 15,100 millones de euros para refugio y asilo. Desde los años 2015 y 2016, cuando mayor afluencia de solicitantes de asilo ha existido, se ha trabajado para que cientos de miles de personas logren protección internacional, lo cual ha requerido un gran esfuerzo de trabajo de las autoridades tanto a nivel estatal, regional y local. Es una exigencia que los Estados miembros de la Unión empiecen a tomar muy en serio esta realidad que vivimos en Europa. Las personas van a seguir huyendo de sus países porque allí hay carencias de todo tipo: sociales, económicas, políticas, entre muchas otras. Empecemos a trabajar, con esfuerzo, a todos los niveles institucionales.

La crisis de refugiados que se dio en Europa en 2015 puede repetirse de nuevo si no nos ponemos a trabajar en serio ya, parafraseando lo que decía el final de la película 14 Kilómetros: «…porque la historia ha demostrado que no hay muro capaz de contener los sueños».

*Diputada de Unides Podem en les Corts