Lo siento señora Oltra pero no tiene legitimidad. Ni puede dar lecciones de moralidad ni de conducta. Tampoco es ejemplo de gestión pública y mucho menos representa el feminismo. «Por sus frutos los conoceréis». Y ya lo hemos hecho.

Hace ya días que conocimos que el exmarido de la vicepresidenta de la Generalitat ha sido condenado a 5 años de prisión y otros 10 de inhabilitación. La Justicia cree probado que su exmarido, en el centro de menores del que era educador, se aprovechaba de una menor.

Ha pasado el tiempo, pero no el bochorno que produce la noticia. Como mujer, como madre, como cargo público que ocupo, como persona… Cualquiera se habría interesado por el caso, salvo Mónica Oltra. Nadie la culpa de los hechos, pero sí debe asumir responsabilidades. Ella puso el listón. Ante una situación en un centro de menores de Segorbe gestionado por una orden religiosa cerró sin más la instalación. La Justicia demostró después que no hubo tal abuso y que el centro se cerró sin respetar el ordenamiento jurídico. En el caso de su exmarido, en cambio, no ha hecho nada.

¿Por qué en unos sí y otros no? ¿Por qué todos miraron hacia otro lado? ¿Por qué se permitió que el presunto abusador siguiera trabajando en el centro? Se trata de una mujer, menor, de abusos sexuales, en un centro del que tiene su competencia… ¿Qué más tenía que pasar? Hasta el fallo judicial afea que nadie hizo nada porque todos eran conocedores del parentesco del educador con la vicepresidenta.

Es hora de que se aplique su propio listón. Los hechos son graves y su gestión en la Conselleria está más que cuestionada. Es hora de explicaciones. Este caso solo es la punta del iceberg de un grave problema en la gestión y control de los menores tutelados por la Generalitat. Segorbe, Buñol, Paterna, l’Eliana, Llíria… Acepte la comisión de investigación que le pedimos desde el PP y comience a explicar su (no) gestión en uno de los colectivos más vulnerables, como son los niños y adolescentes que tiene bajo su tutela la Generalitat y que dependen de su área. No es lo que prometió que haría y no ha hecho, que es prácticamente todo en su departamento, sino lo que se presupone que debe cumplir y no ha respetado.

Deje de dar lecciones y comience a dar la cara en sus responsabilidades.

*Alcaldesa de Vall d’Alba, diputada

provincial y vicesecretaria del PPCS