Este fin de semana ha tenido lugar en Montanejos, la muy atractiva y cuidada villa turística del Alto Mijares, la 4ª edición del Foro de Municipios de Interior organizada por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). El alcalde de Montanejos, Sandalinas, será el nuevo presidente del Foro y desde aquí Miguel, con nuestra felicitación, le ofrecemos toda la ayuda y colaboración de la entidad provincial.

En la Declaración Institucional que recoge las conclusiones del Foro y en las charlas y debates ha quedado claro: tenemos el diagnóstico. Se puede ilustrar con muchas cifras pero, en todo caso, la síntesis es diáfana: el interior de la Comunidad Valenciana y más concretamente de Castellón, se nos muere. Ahora faltan las soluciones, las terapias. ¡Hay que actuar y hay que hacerlo ya! Desde la Generalitat se ha creado la Agenda Valenciana Antidespoblación (AVANT) y para reforzarla una Dirección General; parece ser que el nuevo gobierno contará con un Ministerio, muy bien. Ya sabemos que estamos en la Agenda Política, perfecto. Es un buen paso, pero estar en la agenda no es suficiente, hay que hacer cosas. Y hacerlas con prontitud.

En marzo el gobierno central aprobaba unas «Directrices generales de la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico» que marcaban el camino de las actuaciones. Veámoslo en síntesis: «Garantizar una plena conectividad territorial», fundamental, sin total conexión a internet no hay futuro. «Apropiada prestación de servicios básicos a toda la población», absolutamente necesaria, la ciudadanía del interior no es ciudadanía de segunda, hay que dar servicios de calidad sin que las personas se vean obligadas a dejar el territorio.

«INCORPORAR la perspectiva demográfica en la elaboración de leyes, planes y programas de inversión», junto con la perspectiva de género y medioambiental; la perspectiva poblacional ha de estar ahí en todas las disposiciones legales o administrativas. «Avanzar en la simplificación normativa y administrativa para los pequeños municipios con el fin de garantizar la gestión de los ayuntamientos», vital para los municipios de interior. Ni los trámites, ni los periodos pueden ser los mismos. «Eliminar los estereotipos y poner en valor la imagen y reputación de los territorios», es de lo que venimos hablando continuamente, un cambio de mentalidad respecto a la ruralidad. Una nueva visión que pase por hacer de los pueblos sinónimo de salud, naturaleza y bienestar. «Mejorar los mecanismos para una mayor colaboración público-privada», si no entra la inversión privada y se buscan además unos cauces de rentabilidad económica y social poco se podrá hacer.

En estas líneas estratégicas se han de contemplar también incentivos fiscales. El autónomo o el emprendedor que invierta en el interior ha de tener una discriminación fiscal positiva que debe llegar también a los que viven en los pequeños municipios. Un ejemplo muy concreto, el gravamen sobre la segunda residencia no puede ser el mismo en una zona costera que en un pueblo de interior. Y como ese podríamos citar otros muchos ejemplos.

Tenemos el diagnóstico y sabemos lo que hay que hacer. Vamos a hacerlo y para ello se nos tiene que oír. Es absolutamente necesario que los pueblos del interior nos constituyamos, con apoyo de las Diputaciones, en tábanos socráticos. Sócrates, el gran filósofo griego, decía que su función dentro de la polis ateniense era ser el tábano que incordia, reivindica, molesta y hace pensar. De manera similar, todos aquellos que creen que sería imperdonable para nuestra generación dejar morir la riqueza natural, etnológica, patrimonial y vital que hay en nuestro interior, nos tenemos que movilizar. Tenemos que constituirnos en grupo de presión , en un lobby que haga visible el gran reto que hay por delante y lo visibilice no tan solo ante las instituciones, que también, sino ante la misma sociedad civil. En este desafío la sociedad tiene mucho que decir y responsabilidades que asumir. Dar repuesta al reto demográfico es tarea de todos.

*Presidente de la Diputación