Después de meses de trabajo intenso en promoción, adecuación y mejora continua, nuestros destinos de costa y empresas del sector turístico comienzan estos días la vertiginosa carrera hacia el epicentro de la temporada alta.

Buenas ocupaciones, contrataciones, ingresos y reactivación de un sector que en la costa vive esperando el sol.

Los intensos esfuerzos por desestacionalizar programando cultura y aprovechando las sinergias entre deporte y actividad turística, han ido reformulando el escenario en el que ahora nos encontramos; sin embargo, la temporada alta turística en el litoral, durante estos dos meses, revive la vorágine de cada año.

Poblaciones volcadas a recibir y atender turistas y visitantes que buscan en la tranquilidad del mediterráneo su descanso, ocio y una oferta cultural, comercial, patrimonial y gastronómica sólida que complemente la tradicional y consolidada oferta de sol y playa.

En estos meses, millones de turistas van a transitar nuestras playas y ciudades con el objetivo de desconectar de sus respectivas realidades y encontrar aquí lo que sabemos ofrecer desde hace tantos años, lo mejor de nosotros; y por ello vuelven.

Ofrecer autenticidad, honestidad y buen hacer es básico para seguir en la brecha.

LA COMPETENCIA es feroz, pero Peñíscola tiene todo para seguir creciendo y seguir reivindicando su espacio en el mapa turístico español, porque entre todos, administraciones y empresas, sabemos y podemos funcionar a toda máquina. Creando producto, promocionando el destino y poniendo a punto servicios y equipamientos; trabajamos para que así sea.

Las administraciones locales en destinos turísticos como el nuestro hacemos un esfuerzo descomunal por tratar de llegar a todo. El gap entre en número de empadronados y la cifra de visitantes en los meses de la temporada alta turística es enorme, un reto que no quiero dejar de manifestar pues nos exige a reivindicar una financiación justa para conseguir gestionar la multiplicación de servicios para atender las necesidades que plantea una multiplicación de la población tan exponencial.

Especialmente importante es la seguridad, no solo las ratios --que deben cumplirse--, sino también la percepción de seguridad que generamos a quienes nos eligen para sus vacaciones, con la presencia y atención policial en espacios de alta concurrencia.

Este año los ayuntamientos hemos sufrido la imposibilidad de contratar refuerzos policiales, pues las administraciones superiores han prohibido que podamos contar con contrataciones de policías interinos que se hagan cargo de ese sobreesfuerzo que nos supone gestionar el incremento la población.

Sin posibilidad de compatibilizar seguridad privada con los agentes de policía de los que disponemos, hemos decidido, de acuerdo con el cuerpo de policía local, sumar esfuerzos entre todos y planificar casi 4.000 horas extra de trabajo para la plantilla actual. No quiero dejar de agradecer del primer hasta el último agente su esfuerzo, ellos son garante de la continuidad de nuestra condición de destino turístico de referencia, un destino hospitalario y seguro.

*Alcalde de Peñíscola