Memoria histórica es, aunque a algunos no les gusta, lo que paso con el Vita . En 1936 los republicanos destruyeron y expoliaron muchos tesoros, oro, joyas y bienes históricos artísticos. Entre ellos los de La Casa de la Moneda, el Palacio Real, las catedrales de Toledo y Tortosa, la Caja General de Reparaciones, los depósitos de la Generalitat y el Museo Arqueológico Nacional.

Los citados, en febrero del 39, antes de que acabase la guerra y supongo que para asegurar su bienestar, fueron cargados en 200 maletas y subidos en este barco que fletó Juan Negrin y tras muchos avatares, en los que intentó quedárselo el PNV, acabó llegando a Méjico y beneficiando a su máximo rival en el PSOE, Indalecio Prieto , y al presidente mejicano, Lázaro Cárdenas . Todos ellos eran cargos públicos que debían proteger nuestro tesoro artístico, conforme a la ley republicana de protección del patrimonio de 1933 y el artículo 45 en la Constitución de 1931.

Se lo llevaron en beneficio propio y además lo destruyeron. Fundieron las monedas de valor numismático incalculable para venderlas como oro al peso. No habían hecho inventario ni evidentemente tenían intención de devolver nada. Y lo malvendieron.

La excusa era tratar de ayudar a los exiliados españoles, pero la verdad es que la mayoría de ellos llevaron una vida de privaciones, sobre todo en los primeros tiempos y estos mandamases, además de perder la guerra civil con todo a su favor, vivieron de una manera espléndida hasta el fin de sus días.

Y nunca dieron cuenta de sus actos, ni se sabe en qué y cómo se gastaron el dinero. Muy comunista todo. H

*Notario