Nuestro proyecto cuenta con un factor distintivo, intangible e imparable: la ilusión. Esa ilusión en que otra España es posible, lejos de las divisiones entre rojos y azules, y apostando por una economía competitiva para ganar el futuro con más Unión Europea, más bienestar y devolviendo a la clase media trabajadora y los pensionistas su enorme sacrificio durante la crisis económica. Un proyecto que integre a todos los constitucionalistas, porque parte y se expande desde el centro, desde el liberalismo y el progresismo, y rechaza las recetas tradicionales para los retos modernos y de futuro.

En Cs somos gente corriente procedente de la sociedad civil, sabemos lo que es cotizar a la Seguridad Social y las dificultades que uno tiene a la hora de abrir negocios; por ello, cansados de la falta de soluciones por parte de la vieja política, pusimos en práctica una de mis citas favoritas de John F. Kennedy: «No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país».

El 28-A será decisivo para los españoles y valencianos, que tendremos que elegir entre los que apostamos por nuestro futuro y aquellos que miran al pasado cada vez que se inicia una campaña. Habrá que elegir entre los que apuestan por más horas de inglés en nuestros colegios y eliminar los barracones, o los que han construido o mantenido las aulas de chapa y plástico, e imponen programas experimentales con todas las horas impartidas en valenciano.

La elección es libre, sí, pero la consecuencia de un resultado u otro, puede afectar enormemente a nuestra libertad. El 28-A, vamos a sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa, pero no para cambiarlo por el PP y perpetuar el bipartidismo: vamos a abrir un tiempo nuevo de la mano de Albert Rivera e Inés Arrimadas en el Gobierno de España.

*Candidata de Ciudadanos al Congreso por Castellón