Tirorí, Tirorí, senyor rei estic ací. Palla i garrofes tot per al seu rossí, casques i avellanes tot per a mi». Si ustedes no son de Vila-real, probablemente desconozcan esta canción que grandes y pequeños entonamos con todas nuestras fuerzas a Melchor, Gaspar y Baltasar para poder abrir los regalos que traen desde Oriente.

Hoy, 6 de enero, Día de Reyes, es un día de ilusión. Un día en el que la magia ilumina las casas de todos las familias, un día en el que, especialmente, los más pequeños ven por fin cumplido ese deseo que han escrito en mayúsculas y subrayado en su carta. Un día en el que el insomnio vence al sueño porque lo que realmente importa es soñar despiertos.

Pero hoy también es un día triste, porque justo este insomnio se está apoderando de Sánchez y sus secuaces. Mañana, si no pasa nada, seremos testigos de cómo el PSOE se ha reconvertido en un partido nacionalista y populista. Mañana, se consumará la ruptura del Estado, la concesión de privilegios y la muerte anunciada de un partido constitucionalista. Ese será su particular regalo de Reyes para los españoles.

Mi deseo para Melchor, Gaspar y Baltasar sigue siendo el mismo. Que se paralice esta enorme irresponsabilidad o que quienes sienten de verdad al PSOE como un partido útil se atrevan a decir No es No a los extremos para decir Sí es Sí al centro y a la moderación. La #Vía221 es la única y mejor opción para España. Y para la Comunitat Valenciana. Por eso, aprovecho para, como dijo Toni Cantó, invitar a Puig a que sea valiente y haga lo que su jefe no se atreve a hacer: abrir la vía constitucionalista en nuestra comunidad.

*Portavoz provincial de Ciudadanos