Desde la Diputación de Castellón hemos sido capaces de unirnos, a excepción de Compromís y Podemos, para aprobar una declaración institucional sobre la Unidad Nacional frente a los desafíos independentistas, dando un claro mensaje a la ciudadanía de respeto a los principios democráticos, de respeto por la ley y el estado de derecho. Ya no valen medias tintas, los delirios independentistas de partidos radicales como la CUP y Junts pel sí han llegado a su máximo exponente aprobando en el Parlament de Cataluña una resolución, por el procedimiento de urgencia, para iniciar el proceso independentista hacia una república catalana.

Hay que reconocer que han montado un circo de tres pistas, se lo han montado bien, con el tema de la independencia han conseguido centrar el debate social en un imposible, mientras nadie habla de lo que verdaderamente debería importar, el empleo, la sanidad, la educación catalana, el futuro de una de las comunidades más prósperas de España, o por lo menos lo era.

Ahora los partidos radicales de izquierdas se dedican a atacar la soberanía nacional y el estado democrático, en lugar de gestionar y velar por el bienestar de los catalanes. Mientras ellos andan en su particular Juego de Tronos, los catalanes se empobrecen. Nadie ha contado a los catalanes que hay una fuga de empresas de Cataluña o que el comercio se está frenando ante la incertidumbre política, o que la secesión rebajaría en 63.000 millones de euros el PIB catalán. Si las empresas han dejado de creer en Cataluña, porque las ocurrencias de los políticos del gobiernos se parecen a las propias de una república bananera, ¿quién va a crear empleo y oportunidades de futuro, Anna Gabriel? ¿Los que utilizan la Diada para hacer su acto político y fichan como estrella de cartel al asesino Otegi? Pues apañados vamos.

Ahora es el momento de que los demócratas estemos más unidos que nunca, de que aquellos que aman las libertades y los derechos que tanto ha costado conseguir no demos ni un paso atrás, es momento de tener sentido de Estado y apoyar sin fisuras a un Gobierno que está tomando todas las medidas necesarias dentro de la legalidad para salvaguardar el estado derecho, y es tiempo de reivindicarnos como Nación. Sí, con diálogo y consensos, pero sí al respeto de la Ley. No tiene sentido levantar fronteras donde nunca las ha habido, nadie nos lo tiene que decir a los castellonenses, cuyos vínculos con Tarragona son históricos, juntos somos más fuertes. Al final se trata de lo de siempre, de españoles buenos y malos, de si no estás conmigo estás contra mí, de prohibiciones, chantajes y autoritarismos, de guerras inventadas que salen muy caras y de viejos fantasmas trasnochados que no convencen a nadie. Todo es más simple, libertad.

*Diputada provincial