Dentro de poco tendremos que sumar a las pancartas que cuelgan en algunos ayuntamientos de Refugees welcome y añadir Tourists welcome. Y es que ahora resulta que nos molestan los turistas. Cuando una gran parte de la economía dej país se sustenta gracias al sector terciario, resulta que molestan y no los queremos. Tendemos a disparar al blanco equivocado, aunque nos la líen cuatro gatos, casualmente de organizaciones radicales e independentistas.

En lugar de ir a la caza del guiri, hay que potenciar un turismo de calidad. ¿Qué tendrá que ver el turismo de calidad con la procedencia del turista? No confundamos turismo de calidad con lucha de clases. Hay muchas clases de turismo, y el de calidad, no se refiere solo al de mayor poder adquisitivo, si no al turista que demuestra civismo y respeto por nuestro patrimonio, por nuestro medio ambiente y por nuestra cultura. Simplemente no queremos turismo de borrachera, ni queremos precariedad en los sueldos de las personas que dependen de ello, pero no podemos mirar al turista como un actor degradante de la vida de nuestros municipios. Lo que hay que demandar es civismo, pero para turistas y para autóctonos.

Lo que habría que hacer es estudiar el modelo productivo o el modelo turístico y adaptarlo. Digo yo que tantos estudios y planes estratégicos de turismo que se realizan por parte de muchos ayuntamientos tendrán que servir para algo. Si hay zonas saturadas, habrá que regularlo y darle coherencia, pero jamás intentar espantar al turista.

Ciudadanos condena los ataques al sector turístico y apuesta porque se tomen medidas para garantizar su seguridad y la buena marcha de la economía de nuestro país. Potenciemos lo que tenemos. Los extremos nunca fueron buenos.

*Diputada de Ciudadanos en la Diputación de Castellón