Estamos acabando el mes de junio, y aunque acaba de entrar el verano llevamos ya sufriendo calor tanto de día como de noche; si miramos los informes de los especialistas agrupados en el IPCC (panel de científicos de la ONU sobre Cambio Climático), la temperatura media del planeta ha subido ya un grado inducida por los seres humanos, y si no se toman medidas continuará subiendo a un ritmo cada vez más acelerado.

A su vez, en septiembre del 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible (ODS). Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años, y para alcanzar estas metas, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y personas como usted, lectora o lector.

Como trabajadores, el ODS que nos afecta más directamente, es el número 8, que habla de «trabajo decente y crecimiento económico». En concreto, la meta 8.4 se plantea «mejorar progresivamente, de aquí al 2030, la producción y el consumo eficientes de los recursos mundiales y procurar desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, ..., empezando por los países desarrollados».

CUMPLIR con los objetivos de desarrollo sostenible, y a su vez trabajar por mitigar los efectos del cambio climático, es un compromiso con nuestro propio futuro y el de las próximas generaciones que no podemos dejar de lado porque nos jugamos mucho en ello, y parte de lo que nos jugamos es nuestros propios puestos de trabajo.

Y es que la lucha contra el cambio climático, unido a las tecnologías de la digitalización, puede ser una oportunidad de futuro con nuevos nichos laborales o una amenaza para aquellas empresas que no sepan o no puedan realizar la necesaria transformación .

Tanto Pedro Sánchez como Ximo Puig han anunciado que la transición ecológica de la economía y la digitalización de la economía y la educación van a ser una prioridad para sus gobiernos, pero también como ciudadanos debemos ser conscientes que trabajadores y empresarios vamos a encontrarnos una economía que cambia cada vez más rápidamente, y que puede convertirnos en tan innecesarios como los ascensoristas de los años veinte del siglo pasado.

Y EL FUTURO del trabajo no solo consiste en incorporar la tecnología más disruptiva del momento, sino también en luchar contra la discriminaciones laborales y favorecer la diversidad en el trabajo, como nos recuerda la celebración del Día del Orgullo, en que la UGT Comarques del Nord participamos activamente el pasado sábado 22 en Castelló.

Afortunadamente cada vez hay más empresas implicadas en este cambio del modelo productivo, y aunque desde la administración nos están marcando el camino, usted y yo, trabajadores, empresarios, sindicatos, somos los que día a día tenemos que echar a andar para que nuestra sociedad siga funcionando y nuestro trabajo siga mejorando la sociedad como objetivo que desde UGT hemos tenido siempre como el norte de nuestra brújula.

*Secretario Territorial de FeSMC UGT PV Comarques del Nord