Haber nacido en Burriana crea identidad. Es una seña propia que llevamos con orgullo quienes creemos en esta ciudad de oportunidades. Somos capaces de todo, por difícil que se presente, porque tenemos ambición y creemos en nuestras fortalezas. Burriana no debe ser una ciudad que cierre negocios, pierda patrimonio, acumule basura en sus calles o abandone el mantenimiento de aceras o áreas de recreo a la vez que pierde inversiones. Burriana es una ciudad próspera, que debe ofrecer calidad de vida a sus vecinos y abonar el desarrollo con un plan de futuro. Burriana es nuestro orgullo.

Y ese es nuestro objetivo. Transformar esta ciudad. Convertir el abandono en conservación, transformar los recortes en mejora de servicios, cambiar la desesperación por ilusión y trabajo. En dar la cara en la calle para que los pequeños problemas de nuestros vecinos se resuelvan, y en llamar a las puertas de la Generalitat Valenciana o al Gobierno de España para reclamar las inversiones que por justicia merece Burriana.

Prestar un servicio público de calidad que haga felices a nuestros vecinos, que les garantice los servicios que merecen para que su vida sonría. Y para conseguirlo hemos de poner el listón bien alto, como hicieron nuestros antepasados marcándose el reto de abrir las puertas al mar. Porque Burriana merece escalar para posicionarse como referente económico, para que los grandes capitales vean en nuestra tierra una oportunidad de desarrollo. Porque este patrimonio único que tenemos la suerte de compartir es un motor económico imparable si nos empeñamos en ponerlo en marcha, saliendo de la poltrona, abandonando los despachos y dejándonos la piel, como hacen nuestros agricultores, por conseguir el mejor fruto. El éxito que solo con ambición conseguirá que transformemos Burriana.

*Portavoz del PP en Burriana