Esta semana se celebra en la Comunidad Valenciana uno de los encuentros turísticos más relevantes que podíamos planificar. Planificar significa que no te cae del cielo. La Organización Mundial del Turismo, con sus primeras autoridades al frente, nos han escogido para celebrar una conferencia internacional sobre la Ruta de la Seda. Destacados representantes de los 33 países que conforman este proyecto global se darán cita para debatir sobre uno de los productos turísticos que más nos pueden mundializar como destino.

La Ruta de la Seda presenta múltiples derivadas de orden económico, comercial, logístico, energético, etc… pero su dimensión turística y cultural le confieren un destacable potencial en nuestro territorio. Durante todo el 2016 la Agencia Valenciana de Turismo llevó adelante un amplio programa de actividades para rescatar y visibilizar el relato de la seda en nuestra geografía. Orquestamos un acuerdo con las diferentes universidades, cámara de comercio, Colegio del Arte Mayor de la Seda, Unesco o asociaciones empresariales del sector turístico para generar dinámicas que ramifiquen en diferentes estamentos de la sociedad civil. Impulsamos publicaciones, señalizaciones de la ruta, eventos musicales, gastronómicos, artísticos, culturales, diplomáticos, profesionales, académicos, gremiales, etc… Todos basados en la calidad y el rigor. Construir un producto turístico e ingresar en las grandes rutas consagradas por las instituciones internacionales requiere tiempo y esmero.

La Ruta de la Seda no acababa en la Venecia de Marco Polo, sino en la Lonja de Mercaderes de Valencia. No solo en esta ciudad, sino en toda la Comunidad Valenciana, la industria sedera tuvo una destacada importancia. Suficiente como para que evitemos la desmemoria y reforcemos un episodio histórico que nos identifica y singulariza. No olvidemos que la gente viaja para conocer relatos evocadores y experiencias únicas. Necesitamos atrapar y reconstruir en el imaginario colectivo la capacidad de fascinar. En definitiva, necesitamos producto.

En la estrategia de la Agencia Valenciana de Turismo está la mirada completa del territorio. De ahí que también encargáramos un estudio sobre el legado histórico de la seda en el ámbito de Castellón. Necesitamos que nuestra identidad turística supere la estandarización y un cierto anonimato.

La Ruta de la Seda --cuyo kilómetro cero es Xian-- también es el gran pretexto para abrirnos a Oriente y a nuevos mercados y segmentos de la demanda que buscarán más que sol y playa. Precisamos un modelo que combine nuestros atributos naturales con las esencias culturales e identitarias. Ese es uno de los caminos de la desestacionalización y también de la mejora de la rentabilidad. No es ningún secreto que el target motivado por la experiencia cultural, artística, gastronómica…nos interesa sobremanera.

China será el principal emisor de turistas del mundo en 2020. Ya mismo. Necesitamos posicionarnos. Trabajamos con luces cortas y largas. En la búsqueda de la relevancia turística no hay atajos. El encuentro de la Organización Mundial del Turismo en nuestra casa es una buena oportunidad y una buena noticia.

*Secretario Autonómico de Turismo