Una diferencia básica entre una dictadura y una democracia que siempre uso de ejemplo para explicarle estos sistemas políticos a los niños, es que si puedes decir lo que piensas, eso es democracia, si no puedes, si te censuran o te reprimen es una dictadura.

En España llevamos decenas de años con libertad para decir lo que queremos y con unos criterios amplísimos del Tribunal Constitucional respecto a la consideración de libertad de expresión que ha llegado a amparar auténticas barbaridades procedentes siempre del mismo lado, la izquierda radical comunista. Pero ahora que mandan quieren cambiar las formas, ya no aceptan que los que no están de acuerdo con ellos puedan decir lo que piensan. Todos los que no sean de su cuerda o agachan la cabeza por cobardía o son unos delincuentes o unos fachas.

Análisis simplista y represivo propio de quien lo emite, totalitarios y demagogos que, tras alcanzar el poder con múltiples carambolas, solo pretenden mantenerse como sea y a costa de lo que sea, incluso la ruina de España y decenas de miles de muertos.

Son un montón de incompetentes que intentan gestionar, pero como nunca han dado un palo al agua, simplemente no saben, y funcionan a base de improvisaciones, disparates, negligencias, errores, contradicciones y mentiras.

En fin, un desgobierno que nos sume en el caos y que exige que se vayan a su casa y que se establezca un gobierno de unidad y consenso nacional con gente de todos los partidos constitucionales, competentes y preparados que nos salve de este desastre. Porque tras el sanitario viene el económico.

*Notario