Cuántas veces debemos haber reflexionado sobre las prisas, sobre cómo habitualmente nos pasamos el tiempo apagando fuegos. Sin embargo, la reflexión y la planificación estratégica es fundamental para dar solución a cuestiones que no tienen que ver con la inmediatez pero sí con dar cobertura a necesidades igualmente importantes.

Los gobiernos municipales, los alcaldes y concejales, debemos posicionarnos siempre con nuestros conciudadanos, no ejercer como defensores de las administraciones superiores para mantener el cargo o la silla.

Debemos ser incómodos para quienes gobiernan en la Generalitat y el Gobierno central si éstos no cumplen con lo que consideramos importante, justo con nuestras vecinas y vecinos. En plena pandemia parece evidente que hay mucho que mejorar, muchos recursos que destinar y mucho más que planificar para que los derechos de los vecinos de las distintas zonas sanitarias sean los mismos.

Entendemos las circunstancias que hacen poco atractiva la zona para los facultativos, entendemos las dificultades para encontrar médicos, pediatras, especialistas… pero gobernar es encontrar soluciones y hay gobernantes que parecen estar más cómodos en la oposición criticando, que demostrando su capacidad de gestión.

Ha pasado una legislatura completa y un año largo de la segunda para el gobierno del Botànic, que sigue sin dar solución a muchos de los problemas de nuestro municipio y que dependen de la gestión supramunicipal.

En nosotros van a seguir encontrando un aliado para sumar, como Educación nos ha encontrado para avanzar en la ampliación del centro de educación infantil y primaria, pero también un firme defensor de la ciudadanía y la cobertura de necesidades, las urgentes como lo es ahora la pandemia, pero también las importantes, como solucionar problemas estructurales del sistema sanitario en nuestra zona, donde la excelencia del personal consigue que nos sintamos excelentemente atendidos, pero con más recursos y más personal podrán hacerlo mejor.

Esta reivindicación que reitero, indispensable, urgente e importante, la sumo a la reclamación al Institut Valencià de Cultura, por poner otro ejemplo, sobre la inversión necesaria en mantenimiento y programación cultural en el Palau de Congressos de nuestra ciudad, abandonado y olvidado por parte del ejecutivo autonómico, de quien depende su gestión. Sin cultura no hay futuro y, a pesar de sus proclamas, el nuevo gobierno en Valencia la está dejando morir en nuestra ciudad. No así en otros lugares en los que también disponen de espacios de su propiedad, como nuestro Palau, pero en los que sí programan cultura y no poca.

Los recortes en programación cultural nos han perseguido en los últimos años y es dramático, ahora más que nunca que hay que estar junto al sector, extremando las medidas de seguridad pero garantizando su supervivencia.

Desde la Conselleria de Cultura no solo han dejado de asumir la responsabilidad de programar actividad cultural en un espacio de su propiedad, sino que también han optado por dejar de lado las inversiones necesarias en materia de mantenimiento de este emblemático edificio de nuestra población. Los ascensores siguen sin funcionar, las goteras sin arreglar, las butacas rotas sin reponer, las puertas estropeadas de acceso y en la cafetería sin arreglar y así un largo etcétera.

La falta de recursos económicos acaba siempre afectando a las poblaciones más alejadas de la capital y no vamos a desfallecer en nuestra batalla.

Aunque haya concejales en el Ayuntamiento, de otros partidos políticos, que prefieren defender la gestión autonómica a pesar de la realidad, yo voy a seguir reclamando un trato justo y que cada administración cumpla con lo que le corresponde, creo que es lo que le debo a la ciudadanía. Esta semana nos han comunicado que ni siquiera vamos a poder disponer del Palau para actividades que programa el propio Ayuntamiento y no puedo dejar de reclamar un trato justo ya. H

*Alcalde de Peñíscola