Estamos viviendo un verano atípico marcado por la cautela y la preocupación por el aumento de positivos por coronavirus. Pero a la lógica inquietud sanitaria, se unen otras económicas, sociales y educativas ante el inminente inicio del nuevo curso escolar.

Sin embargo, esto parece que no va con el Gobierno. La coalición del retroceso está de vacaciones y el único representante a día de hoy es Fernando imón. Me llama especialmente la atención la ausencia de la ministra de Educación, a pocos días de la vuelta al cole, la señora Celáa está en paradero desconocido. Algo inaudito y vergonzoso.

La falta de una normativa clara y coordinada está alarmando a padres, docentes y alumnos que no saben cómo actuar. La única respuesta que oímos por parte de las mentes pensantes, es que los niños volverán a las aulas sí o sí. Y es que toda la responsabilidad se descarga en las familias, profesores y equipos directivos.

Por ello, desde Cs hemos solicitado la comparecencia de Marzà para que explique el protocolo, cuáles son los recursos humanos y sanitarios, cómo se garantizará la seguridad en las extraescolares, cómo se está llevando el desarrollo de la digitalización y los recursos que van a dotarse en el caso de que sea necesario aplicar una educación online.

Muchas preguntas sin respuestas a falta de tres semanas. Igualmente, es fundamental que todo el personal se realice las pruebas diagnósticas, se disponga de la figura de la enfermería escolar y, sobre todo, que la Conselleria asuma las responsabilidades legales y la defensa jurídica ante posibles reclamaciones a los centros.

Ni con la educación ni con la salud, se juega. H

*Portavoz provincial y diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón