Mientras se acerca la época estival, la más esperada del año para muchos que deciden dónde disfrutar de sus merecidas vacaciones, y otros se preparan para la época de más trabajo del año, los ayuntamientos debemos encontrar la forma más segura para que este verano, diferente, todos los visitantes disfruten de nuestras playas.

Ahora cuando poco a poco las ciudades despiertan, recuperamos nuestras rutinas y fase a fase avanzamos hacia la nueva normalidad diseñada por el señor Sánchez dependiendo de los socios momentáneos que cada 15 días le dan algo de aire; entretanto, los ayuntamientos, sin tiempo que perder, estudiamos herramientas tecnológicas, testeamos aplicaciones y valoramos sistemas de vigilancia que nos permitan la titánica tarea de controlar aforos y dotar de seguridad sanitaria nuestras playas.

Las playas van a ser el epicentro de todas las miradas, vamos a ser el banco de pruebas pero, sobre todo, vamos a tener que confiar en el comportamiento responsable de los turistas. Este año la seguridad tendrá nombre de Salud, en mayúscula, ya que el Gobierno ha descargado sobre los ayuntamientos la responsabilidad de velar por que cuantos accedan a las playas lo hagan con las máximas garantías sanitarias.

En Benicàssim, este año, hemos invertido más de 500.000 euros para recuperar nuestras playas tras el paso en enero del temporal Gloria que devastó nuestra costa y, mientras, seguimos esperando las ayudas que el sr. Puig y el sr. Sánchez anunciaron, ha sido el Ayuntamiento el que ha financiando el arreglo, pues ni los vecinos, ni el ya maltrecho sector turístico se merecen seguir castigados.

Ahora, además de trabajar contrarreloj para poner a punto nuestros 8 kilómetros de playas, también deberemos asumir y costear la adecuación a los nuevos protocolos sanitarios consistentes en más limpieza y desinfección diaria por horas, los controles de aforo o la vigilancia de la distancia social, disparando el gasto que en muchos casos va a ser de difícil asunción por parte de las entidades locales.

En estos momentos en que Benicàssim está inmerso en un plan de reactivación económica y social para tratar de paliar los efectos negativos del covid-19, con una inversión de más de 3 millones de euros, la propuesta del «yo invito y tú pagas» que proponen la Generalitat y el Gobierno central no nos termina de convencer.

*Alcaldesa de Benicàssim