Los 200.000 castellonenses, uno de cada tres, que merecidamente reciben un salario o prestación pública, serán los primeros damnificados por la falta de nuevo gobierno. Ni sus pensiones ni su sueldo podrán actualizarse sin la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

Y tampoco habrá presupuesto autonómico, ni en la Diputación Castellón ni en los ayuntamientos si previamente no existe el del Estado.

Es cierto que tener a Mariano Rajoy como presidente del gobierno en funciones es garantía de que no habrá retroceso, pero es también verdad que nuestro país se frena sin las reformas que debe traer un nuevo gobierno, y que además son los más vulnerables quienes precisan del presupuesto público con urgencia.

Un gobierno en funciones puede mantener la actividad ordinaria del Estado pero no puede suplantar al parlamento, ni aprobar leyes o nuevos presupuestos, por tanto llega un momento en que el país se frena.

A pesar de que la inercia es buena, con los mayores crecimientos europeos en el empleo, las exportaciones, el turismo y el consumo, también en la provincia de Castellón, al final, sin nuevos impulsos reformistas, el movimiento se acaba.

Y los que pierden por la falta de gobierno parecen ser casi siempre los mismos, y en concreto ni los pensionistas verán actualizada su pensión --que como mínimo debería crecer un 0,25%-- ni los funcionarios verán aumentar su retribución en el 1% previsto.

Mariano Rajoy, cuyo partido ganó en 42 de las 52 circunscripciones nacionales, y en 113 de los 135 municipios castellonenses, remitió una propuesta de gobierno a todos los partidos políticos, con el afán de incorporar o eliminar propuestas para poder alcanzar un acuerdo. No ha habido respuesta pero imagino esta vez obtendremos algo más que el “no es no” porque el tiempo se agota y los meses de las decisiones gubernamentales importantes ya están aquí.

De lo contrario, primero lo sufrirán quienes mensualmente necesitan del presupuesto público y después todos los españoles, tanto por el completo descrédito en el que España caería con unas terceras elecciones, como por el agotamiento de la inercia de las reformas económicas.

En nuestra provincia todos sus vecinos, no solo los 106.566 castellonenses que votaron Partido Popular, merecen que sus representantes estén más pendientes de la gobernabilidad de la nación que de si salen más o menos favorecidos por la cámara de televisión que tienen en frente. H

*Diputado nacional del PP por Castellón