Sucedió en una gélida mañana de diciembre. En este inmisericorde 2020. En un tiempo difícil pero en un espacio verdaderamente bello. La castellonense marjal de la Llosa. Poníamos en marcha un proyecto de Birdwatching . Turismo ornitológico. Observación de las aves. Un producto que moviliza a miles de personas y conecta segmentos de mercado altamente interesantes para el modelo de territorio turístico que vamos generando. Un producto claramente vinculado a la sostenibilidad, la internacionalización y perfectamente compatible con los ODS. El paisaje y la geografía son claves. Estratégicamente nos ubicamos en el tránsito de las rutas migratorias de las especies que viajan desde el norte de Europa a África. Una gran oportunidad.

Podría parecer un tema menor pero, por diversos motivos, alberga aspectos francamente interesantes. El proyecto es el resultado de nuestro Plan de Gobernanza y Dinamización turística Sur de Castellón. Con la incorporación de esta comarca sumamos 8 planes de esta naturaleza en la provincia y más de 20 en la Comunitat. El modelo consiste en formalizar una alianza estable de toda la arquitectura institucional pública disponible: Generalitat, Diputación y aquella entidad que agrupe a los municipios de la zona escogida. En este caso el Pacto Territorial por el Empleo de la Plana Baixa. Asimismo, se precisa la implicación del sector con su imprescindible perspectiva y participación profesional.

Esta fórmula nos permite disponer de una herramienta para la unidad de acción y no despilfarrar ni un átomo de talento de nadie. Toda acción requiere previamente deliberación, consenso y acuerdo. Pensar, diseñar y compartir el mejor camino para desarrollar el potencial turístico de un territorio con valores y atributos pero que, como tantos otros en esta provincia, requieren de visión estratégica y planificación. El Plan de Gobernanza es el camino.

De entrada, tres años de inversiones orientadas a generar producto, promoción, inteligencia turística y posicionamiento. Tres años para cultivar el trabajo conjunto. Ningún municipio de la Plana Baixa --tampoco en otras coordenadas-- se salvará solo. Ninguno por libre tiene la suficiencia para competir en un mercado llamado mundo cada vez más exigente. Ninguno en solitario puede afrontar con éxito los retos de la transformación digital, la competitividad, la cualificación de producto o la inteligencia de mercados para triunfar.

Un territorio turístico es una victoria de equipo. Solo puede ser una victoria de equipo. Especialmente en espacios como el que nos ocupa. Solo la suma coherente y orquestada de la mejor versión de las partes reportará las mejores oportunidades para que la totalidad compita con fuerza. Sin olvidar la actitud. Solo aquellas sociedades que quieren ser un destino turístico y presentan la actitud de querer serlo de verdad, lo serán. Formación y visión de futuro. Sea como sea, el camino resulta alentador. La conjura en torno a uno de los diferentes productos singulares posibles en este territorio, el birdwatching , de la mano del alcalde de la Llosa, la presidenta del Pacto territorial, la diputada provincial y el representante del gobierno valenciano, inspira esperanza. Sintonía total. Un buen principio. H

*Secretario autonómico de Turismo