La reivindicación de la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana sigue en el mismo punto que en el 2015. Nada ha cambiado, solo el color del partido que ocupa el sillón del Estado.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, vuelve a engañarnos incluyendo 1.325 millones de euros ficticios en los presupuestos y fiados a una reforma que no llega. Por más que Sánchez lo prometiera en su mitin en Castellón, ya sabemos que de promesas no vive el hombre. Y en este caso los valencianos menos aún. Pero es más alarmante que Oltra se preste a este juego del engaño a cambio de un sillón de vicepresidenta y poder colocar a 137 altos cargos.

Estos presupuestos del Botànic II nacen oliendo a chamusquina y son la crónica de una muerte anunciada. Unos presupuestos fake con recortes por falta de ejecución. Solo la incapacidad de ejecutar las cuentas año tras año por parte del Consell es lo que les salva de esta gran estafa. La Conselleria de Educación este año solo ha ejecutado el 60%, una falta de gestión que condena a más de 12.000 niños a seguir estudiando en barracones, a tener edificios con fibrocemento o déficit de personal especializado.

Mención a parte para la nueva Conselleria de Innovación y Universidades, que nace ahogada, con un presupuesto para 2020 que retrocede como los cangrejos y que ha ignorado la firma de un convenio colectivo que permita la dignificación de las condiciones laborales del profesorado y eliminar las tasas de reposición que afectan al futuro profesional de docentes e investigadores.

Ni Montoro, ni Montero. La vida sigue igual para los valencianos: infrafinanciados y engañados.

*Diputada autonómica de Cs