Hubo un tiempo en que la política miraba más al futuro que al pasado. Donde en las tribunas se debatían, argumentaban y consensuaban políticas que velaban por el interés común de los ciudadanos, por las oportunidades y las ilusiones. Donde los Plenos quizás eran más aburridos, con poco show, y los dirigentes se esmeraban en construir discursos sólidos y pactos útiles en vez de jactarse del adversario para la vanagloria de los suyos.

Quienes aborrecemos esta forma moderna de hacer política, con bucles infinitos de «y tú más», nos queda la reminiscencia de la altura de miras y del ejemplo de concordia que dimos en nuestra transición democrática. Y, aunque a pequeña escala, trabajamos por ponerla en práctica en nuestros municipios. ¿Y saben qué? Sigue funcionando.

Esta es la grandeza de la política, ayudar a mejorar la vida de nuestros vecinos. Porque la crispación y la confrontación no repercuten en nada positivo, nos alejan de la sociedad y generan desconfianza cuando una democracia requiere precisamente lo contrario. En Onda mi equipo y yo seguimos trabajando por sumar entre todos en vez de dividir, porque no ganamos nosotros, ganan los ondenses. H

*Alcaldesa de Onda