Amenazadas por el surgimiento de la extrema derecha en España, las feministas están intensificando sus protestas para tratar de mantener sus derechos. El poderoso movimiento feminista español sufrió un gran revés con la aparición del partido de extrema derecha Vox. Este último cuestiona las medidas sobre la violencia contra la mujer, que es una causa nacional en nuestro país.

«Lo que están usando es una parada repentina para el progreso de las mujeres. ¡No daremos un paso atrás!», declaró Ana María Pérez del Campo, una figura histórica del feminismo español. Varias asociaciones feministas han anunciado una serie de movilizaciones contra este partido, que por primera vez ingresó en el parlamento regional después de las elecciones del 2 de diciembre pasado, en Andalucía.

Vox pidió al PP como primer requisito el abandono de las medidas relacionadas con la violencia contra la mujer que el Sr. Smith considera «ideológicas» y «discriminatorias» hacia los hombres. Esta condición, que causó indignación generalizada, finalmente no se incluyó en el acuerdo entre el PP y Vox.

Vox afirma en su programa nacional la exclusión de IVG del sistema de salud pública, la eliminación de cuotas paritarias en las listas electorales y las «organizaciones feministas radicales subvencionadas», el alargamiento del permiso de maternidad y el aumento de los beneficios para las madres.

«Siempre que ha habido avances en la conquista de los derechos de las mujeres, hay una importante respuesta patriarcal», dice la socialista electa y presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, citando las manifestaciones de la derecha católica en el 2010, contra la ley que facilita las condiciones de acceso al aborto.

*Secretaría de Área Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón