Vivir para contarla. No me gusta tirar de citas, pero el título de García Márquez me viene como anillo al dedo después de mi debut en los Sanfermines. Desde la barrera, por supuesto. Pero disfrutar de Pamplona en pleno chupinazo me hizo pensar en esas experiencias intangibles que quedan para siempre en la memoria y, al tiempo, en cómo afrontan ciudades como la capital navarra retos como su semana grande.

SERÁ DEFORMACIÓN profesional, pero me fijé en cada metro de pavimento de Estafeta y en cómo quedará nuestra calle San Joaquín en cuanto salga adelante el Plan Especial de la Vila que acometeremos con ayudas de la Unión Europea. Vi a esos corredores, muchos de ellos de Almassora, en esos dos minutos que no se pueden tocar ni olvidar. Nuestro recorrido, con toda la humildad del mundo, aspira también a mantener e incrementar su encanto en un entorno BIC como la Vila. La peatonalización del casco antiguo pondrá en valor lo que más queremos: nuestras raíces. Y allí volveremos a disfrutar del encierro de toros cerriles.

Además, durante esta breve estancia en San Fermín pensé, cómo no, en los servicios públicos desde el disparo de la carcasa en el balcón del Ayuntamiento hasta que entonen el pobre de mí. Incluso después. Solo quienes gobiernan Pamplona sabrán de primera mano el esfuerzo titánico por mantener todo lo limpia que se pueda una ciudad repleta de visitantes, de vasos, de restos de la fiesta. Y me puedo imaginar -más aún tras el caso la Manada-- la preocupación por evitar agresiones de todo tipo en un entorno que incita al abuso de alcohol y a castigar menos de lo debido conductas impropias en cualquier otro momento.

EN DEFINITIVA, de la experiencia tomé nota de algunas iniciativas que podríamos trasladar a Almassora pese a las diferencias. Me traje la hospitalidad, el espíritu de la fiesta y la tradición. Si viajar es sinónimo de aprender, hacerlo en familia y traer de vuelta algunos deberes ha hecho aún mejor esta escapada. Les deseo mucha suerte a los corredores de Almassora que apuran los últimos encierros. Y, como siempre barro para casa, en nada estamos disparando nuestro chupinazo.

*Alcaldesa de Almassora