Difícil vuelta al cole la de este año. Ojalá vaya todo bien y sea una vuelta tranquila y sin graves incidencias, aunque ni el gobierno de Sánchez ni el de Puig han hecho los deberes a fin de asegurar que así sea. Han tenido tiempo más que suficiente para poder coordinar y planificar acciones, pero ha llegado septiembre, y la vuelta a las aulas se antoja complicada ante la dejadez de ambos presidentes.

Sánchez y su ministra de educación Celaá se han pasado el mes de agosto de vacaciones, y a la vuelta, han mirado hacia otro lado, como si la cosa no fuera con ellos. Puig ha permitido que el colectivo escolar de la Comunitat Valenciana vuelva a las aulas sin que se hayan hecho las pruebas del covid-19 a los profesores. Si aquí, como en la Comunidad de Madrid, se hubieran realizado los test, se podría actuar preventivamente sustituyendo a los profesores contagiados, y con ello evitar que a su vez contagien a alumnos y el virus se propague.

Para más inri, la Generalitat valenciana, además de no hacer las pruebas, ha tratado de impedir a ayuntamientos que las hiciesen. Desde el Partido Popular recurriremos esta decisión. Porque la salud está por encima de todo, y por eso alcaldes y alcaldesas como los de Vall d’Alba, Sant Jordi, Tírig o San Joan de Moró, entre otros, han actuado ante la dejadez de la Conselleria y han hecho las pruebas covid. Tampoco hay protocolos de limpieza claros, y falta personal.

Y lo que es peor, no se han contratado enfermeras escolares, como demandan AMPAS y también el PP desde hace meses. Es más, Marzà ha mandado «formar» a los profesores para hacer frente al virus… Todo un despropósito, ya que esa no es su función. Por eso me pregunto, ¿vuelta al cole segura? H

*Senadora del Grupo Parlamentario Popular