Ha llegado el día tan esperado por las familias, con alegría, con nerviosismo e incertidumbre los niños y niñas de esta comunidad empiezan hoy el curso.

Un cúmulo de sensaciones encontradas reinarán este lunes en las puertas de los centros. Alegría por el reencuentro, ganas de volver al cole y también temor por lo que pueda pasar.

Son muchas las preguntas no respondidas por la Conselleria a las familias y la responsabilidad que estas tienen que asumir cada mañana cuando envían a su hijo a la escuela. Marzà y Celáa se han lavado las manos, lanzando la pelota a la dirección y a los padres, que tienen que cumplimentar cada mañana un documento donde acrediten que sus hijos no tienen fiebre ni están enfermos.

Lo más grave es que en el caso de no presentar este documento, el niño igual no puede entrar a clase ya que la máxima responsable es la familia. Pues con la misma vara de medir la Conselleria debería enviar un documento firmado a las familias en el que se garantizase una escuela segura. Evidentemente, esto no lo pueden hacer porque el riesgo cero no existe, sin embargo tampoco deberían escabullirse y eludir su responsabilidad. Yo me pregunto ¿para qué sirven entonces las administraciones, si todo recae sobre los hombros de los ciudadanos?

La Administración tiene la obligación de dotar de los recursos necesarios y los protocolos adecuados para prevenir el virus. Y no lo han hecho. Han faltado medidas como los test para el personal docente y auxiliar, así como el servicio de enfermería escolar, entre otras. Aun así y pese a las dificultades, mi deseo de que todo vaya muy bien. Mucho ánimo a padres, alumnos y profesores.

*Merche Ventura es la Portavoz provincial y diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón