Tras tres meses de estado de alarma, prorrogado en seis ocasiones por el Gobierno, a los españoles se nos van a restituir derechos y libertades, y vamos a poder volver poco a poco a la normalidad. Porque lo que anhelan los españoles es volver a la normalidad, y no emprender una nueva normalidad como pretende Sánchez.

Y va a ser duro, muy duro, porque no salimos de la pandemia más fuertes, como dice el lema del Gobierno, sino que salimos con miles de españoles menos porque han perdido la vida víctimas del coronavirus, y salimos con millones de españoles más en ERTE o en el paro. Y no va a ser fácil volver a nuestra vida anterior, porque la pandemia ha afectado de una u otra forma a muchísimas familias españolas. Por eso es necesario que en el tránsito a la vuelta a la normalidad, el Gobierno se aleje del populismo y de propuestas estrella, y se centre en implementar medidas que nos garanticen una salida de la pandemia segura a nivel sanitario y económico. El Gobierno ha de olvidarse de pactos como el que firmó con Bildu para derogar de forma íntegra la reforma laboral. Así no.

Desde las instituciones europeas ya se nos está alertando que no es momento de echar marcha atrás en las reformas que han funcionado. Y hay que pensar que la UE va a tener un papel fundamental durante la desescalada y la vuelta a la normalidad, ya que la mayor parte de las ayudas económicas vendrán de allí. Desde el PP proponemos el plan #ActivemosEspaña, con medidas sanitarias, económicas y jurídicas para contribuir a que los españoles afronten de la mejor forma la tan deseada vuelta a la normalidad. Ahora le toca a Sánchez decidir con quién quiere reconstruir España.

*Senadora del grupo parlamentario popular