Asfixiados. Así están muchos ayuntamientos de la provincia por culpa de la mala gestión económica del PSPV, Compromís y Unidas Podemos en la Generalitat, a lo que hay que sumar el uso partidista de fondos públicos de la Administración autonómica, unos recursos que no son suyos, sino de los respectivos consistorios, pero que él retiene y maneja a su antojo. Una vez más, haciendo política con el dinero de los demás.

Más de 25 millones de euros adeuda el president a las arcas de los consistorios de Castellón. Un dinero que él ha decidido tomar prestado unilateralmente, como si de un crédito a interés cero se tratase. Solo a Sant Joan de Moró, ayuntamiento del que soy alcalde, le debe más de 650.000 euros, prácticamente el 25% del presupuesto anual. ¡Una situación insoportable!

La estrategia es doblemente negativa: los ayuntamientos no pueden afrontar inversiones ni prestar servicios, y si quieren hacerlo, obliga a los alcaldes a endeudarse. Todo por sus vecinos, que para algo son las instituciones más cercanas a las personas. ¿Dónde queda aquello de que el Botànic iba a ser el gobierno de las personas? Los castellonenses, los valencianos y los alicantinos han pasado a ser la última de las prioridades de la Generalitat.

Mientras Puig, Oltra y Martínez Dalmau se han repartido sillones, subido el sueldo y multiplicado el número de asesores a dedo, los castellonenses vemos cómo aumentan las esperas en los hospitales, los proyectos se eternizan, el pago de ayudas a la dependencia nunca llega y el paro se dispara, como el pasado mes de agosto, cuando la Comunitat fue la autonomía donde más subió el desempleo. ¡Nunca 100 días habían dado tantas malas noticias!

El tripartito está llevando a la Generalitat a la bancarrota. Gasta en aquello que no es prioritario, y asfixia a los ayuntamientos. Buen maestro tiene Puig en esto de hacer y deshacer con el dinero de los demás: su jefe Pedro Sánchez lleva semanas reteniendo 7.200 millones de euros que son de las autonomías. Él también hace suyo aquello de «yo invito y tú pagas» para financiar sus viernes sociales. Señor Puig, deje trabajar a los ayuntamientos.

*Alcalde de Sant Joan de Moró