En pleno debate del estado de la Comunitat en les Corts, hemos asistido a la esencia máxima del President Puig . Sus anuncios. El problema de Puig no es solo que no gestione, es que anuncia más que hace, y en el debate que está teniendo lugar en les Corts se la ha ido la mano, con sus 15 millones de árboles o sus 410 proyectos por importe de 21.000 millones, pero solo puede hablar, rápido, de poco menos de 20, deja bien a las claras la demagogia del anunciante. Para redondear sus propuestas Puig lo fía, no a dentro de un año o dos; lo fía a 2027, por aquello de incumplir cuando él ya no este de President de la Generalitat.

Lo cierto es que, junto con el anuncio masivo, desordenado, poco claro de proyectos, también dejó caer que toda esa fiesta la van a pagar los de siempre. Puig va a seguir ordeñando los bolsillos de los valencianos, todo eso en la misma semana que se certifica que nuestro país, España, ha entrado en recesión.

Puig, como hicieron los socialistas anteriores, a los que el ministro Solbes ya les desdijo con aquella frase celebre de «hicimos exactamente lo contrario a lo que debíamos de hacer» , vuelve a fiar todo a una subida de impuestos cuando hay menos trabajo, menos comercio, menos empresas, menos autónomos…. Puig debe entender que a quien tiene que cambiar y a quien tiene que ordeñar es a su administración, que sigue exactamente igual que el 1 de enero de 2020, cuando no hay un solo valenciano de a pie que esté igual ahora que en enero de 2020, todos infinitamente peor. Pero, la solución socialista es la de siempre, vamos a subir impuestos. La pregunta es, ¿a quién? Y la respuesta es a los más ricos. Entonces, es irremediable preguntarse ¿y quién se considera más rico? Si por más rico se considera a aquellos que ganan más de 60.000 €, como Puig, Oltra el vicepresidente de Podemos Dalmau ... debe saber que esos, que él, que ellos, representan solo el 3% de los contribuyentes y que por tanto es falso que solo el 3% vayan a poder pagar esos desmanes, sencillamente por cuanto además los tributos no pueden ser confiscatorios, y más del 50% de tributación ya lo sería.

Al final, lo cierto es que las rentas medias y las bajas van a ser las castigadas con las subidas de impuestos de Puig, y la economía no necesita más castigos. La ideología no puede imponerse al sentido común. Cuando una economía entra en recesión, necesita incentivos no frenos, necesitas apoyos no prohibiciones. Castigar a las rentas es castigar al consumo, si castigas al consumo castigas a quien vende y fabrica y con ello cae el empleo y se vuelve a recaudar menos.

Con Puig como presidente se ha recaudado más de 3.000 en impuestos en 4 años y mientras se recaudaba más se ha dejado por invertir 1.090 millones de euros y de gastar en políticas sociales (educación, sanidad y política social) 1.814 millones de euros. Puig recauda más pero no se lo gasta ni en más inversiones, ni en la mejora de derechos, es si, las empresas públicas han perdido más de 700 millones de euros y el elenco de altos cargos y asesores llega a los 330. No es un tema de dinero ni de impuestos, es un tema de gestión. Los socialistas saben de propaganda, pero son nulos en la gestión. Y es que la política socialista se acaba cuando se acaba el dinero del contribuyente. Menos Ximoanuncios y mucha más gestión, esa es la receta. H

*Diputado del PP en Les Corts