José Martínez Ruiz, Azorín ,el innegable y talentoso escritor entusiasta de España, de nuestro paisaje y de la comprensión de nuestro pueblo, escribió: «¿por qué es tarde?, ¿para qué es tarde?, ¿qué empresa vamos a realizar que exige de nosotros esta rigurosa contabilidad de los minutos? Yo no lo sé; pero la idea de que siempre es tarde es fundamental en mi vida».

Azorín, miembro de la Generación del 98, fue testigo de los muchos vaivenes políticos a lo largo de su vida (Monóvar 1874 - Madrid 1967) y de forma indirecta, sutil, plasmó el estado de ánimo de nuestro país en sus obras literarias pero sin llegar al límite de la ofuscación. El sentimiento de que sea tarde puede llegar a obsesionarnos. Es un estado psicológico que nos fuerza, a veces, a acelerar demasiado nuestras acciones. No obstante y trasladando ese sentimiento al día de hoy, a la vista de los presentes acontecimientos, hemos de ser conscientes de que determinadas decisiones políticas, consensuadas, no se pueden demorar por el riesgo de que las consecuencias de la tardanza sean de mayor calibre.

Gobernar un país no es tarea fácil y en ciertas situaciones hay que actuar con decisión y criterio que implique el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, atendiendo las reivindicaciones de una minoría pero con tiento y profesionalidad política. Nunca es tarde si la dicha es buena. Esforcémonos todos para lograr una convivencia adecuada en un mundo globalizado donde el aislacionismo no cabe.

La utopía, la euforia y la manipulación son algunos de los elementos que influyen en ciertas gentes. Hay fórmulas para recuperar el progreso del conjunto de España sin causar una secesión que a todos perjudicaría. Las actuaciones del sr. Puigdemont han sido nefastas.

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSPV-PSOE Castellón