Se podría definir literalmente el término yip como espasmo involuntario que interfiere en la ejecución de un movimiento que requiere una gran coordinación motora. Normalmente, cuanto más tiempo se dedica a pensar sobre cómo se va a ejecutar una acción, más probable es que se produzca un yip. Esto es así porque se pone una especial atención a si se está realizando de forma correcta el movimiento, con lo que deja de ser una respuesta automática por parte del cerebelo pasando a ser una respuesta consciente difícil de controlar por el cerebro.

El yip suele aparecer en deportes que requieren precisión antes de su ejecución, como en el caso de los dardos, el tiro con arco o el golf. Esta podría ser una de las causas de lo que le ocurrió a Sergio García hace unos días en el Master de Augusta, cuando firmó el peor hoyo (el 15) en la historia del Masters, realizando un óctuple bogey (ocho sobre par), cayendo en el agua cinco veces consecutivas. No sé si el yip tuvo la culpa, lo que sí es seguro es que el bueno de Sergio fue contumaz.

El término contumacia deriva del latín jurídico (contumace) y literalmente significa obstinación. Es decir, la actitud que consiste en mantener una postura errónea de manera insistente. En este sentido es un vocablo que expresa empecinamiento pero de manera negativa, pues se emplea en aquellas situaciones en las que alguien no reconoce su equivocación, sino que mantiene su postura de manera vehemente. Y eso le ocurrió en el torneo pues una y otra vez el golfista repetía el golpe con el mismo funesto resultado. «Son cosas desafortunadas que ocurren», dijo García. Como quiera que sea, no hay hombre mas sabio que aquel que pone en práctica lo que ha aprendido de sus errores; y Sergio es un tipo sapiente.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)