En momentos como el que estamos atravesando, lleno de mensajes negativos con crisis, no solo de medios económicos sino también de valores, recomiendo una reflexión a nivel personal de cada uno, un ejercicio nemotécnico indispensable, y evocar «el barrio», el «de donde yo soy» y rescatar de la memoria las formulas para abatir el morlaco que nos embiste.

Para ello, invoco al comercio local, el comercio de barrio, el de tota la vida. Comercios que siempre han lidiado con adversidades y siempre han estado a nuestro lado. Comercios que gracias a ellos han dado servicio a nuestros vecinos en todo el confinamiento. Ubicados en barrios donde los vecinos tienen nombre y apellidos, aunque no importa. Cuando nacen los bautiza el cura y el barrio, uno con el nombre y el otro con el apodo familiar, que lucirán con gran orgullo hasta fin de sus días, herencia que no tributa... de momento.

Estos comercios junto con sus vecinos han crecido juntos, y el actual whatsapp es una imitación del boca a boca de toda la vida, ambos gratuitos pero el segundo infinitamente más rápido y divertido.

En cualquier comercio todo requiere un esfuerzo, nada es fácil, pero son los comercios de barrio los que posiblemente sean los únicos donde te den duros a seis pesetas y nunca te dejarán las llaves de su comercio, porque su puerta nunca estará cerrada cuando se necesite entrar.

Entre los comercios de barrio, las penas son menos penas con sus vecinos y clientes, y el éxito de uno será el triunfo de todos.

Por desgracia, últimamente, el comercio local está siendo castigado por la situación en la que nos encontramos desde hace ya más de tres meses. Que los autónomos y comercios de barrio no pasan por su mejor momento es algo obvio y que podemos observar, y es muy preocupante.

La economía castellonense se sustenta en gran parte por autónomos y pequeños comercios de barrio. Son los que sin apoyo en casos extremos como el de ahora, se ven abocados a cerrar, dejando familias en paro y situaciones de emergencia social.

«Yo consumo en mi barrio». ¿Por qué? Porque son los primeros que en momentos difíciles en los que ha hecho falta, han ayudado a los vecinos. Porque sin duda alguna son los más cercanos, los que transmiten un trato más directo y cálido. Yo siempre he dicho que «no entiendo de políticos, entiendo de personas». Personas como las que regentan un comercio de barrio que te miran a los ojos y ya saben qué quieres y cómo lo quieres. Personas como los autónomos que te arreglan el baño o el televisor y te dicen «ya me lo pagarás».

APOSTAR por autónomos y comercios locales es apostar a ganar. Apostar por crear empleo. Apostar por la eliminación de la economía sumergida. Apostar por resurgir la economía. Sin los autónomos y comercios de barrio un país no se mueve. Siempre han sido un pilar fundamental para salir de una crisis, pasada, actual o venidera. No nos olvidemos de ellos. Es momento de devolverles lo que nos han dado. Por ello varias personas desinteresadas hemos creado en redes sociales un grupo denominado Aquí comercios-Açí comerços, con un único objetivo: dar difusión y ayudar a los autónomos y comercios locales para que esta pesadilla se convierta pronto en un sueño. Por ello: «Yo consumo en mi barrio».

*Presidente Federación Coordinadora de Entidades Ciudadanas de Cs (Coasveca)