En un mes Samuel García, un ingeniero de 33 años de Castellón, aprendió que su hija María necesita tomar biberón cada tres horas y que para calmarla la mejor fórmula es acunarla. Samuel se siente afortunado y aunque pasado el mes tuvo que reincorporarse al trabajo, el incremento del permiso de paternidad de dos a cuatro semanas le ha permitido disfrutar mucho más de su hija recién nacida. Con los mayores la cosa fue muy distinta. «Con el primero, que nació en el 2006, solo tuve dos días. Con el segundo, 13 días. Esas dos semanas de más se notan. Me han venido muy bien y en mi empresa, afortunadamente, no me han puesto pegas», dice al otro lado del teléfono.

Al igual que Samuel, otros 2.628 padres de la provincia se acogieron desde el 1 de enero hasta después del verano al permiso de cuatro semanas, una media que entró en vigor a principios de este mismo año y que ha provocado que más hombres soliciten el permiso. Un par de datos basta para comprobarlo. En los nueve primeros meses del 2017 fueron 2.629 los padres de Castellón que pidieron el permiso, 283 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y prácticamente la misma cantidad que las mujeres que se acogieron a la prestación por maternidad, lo que demuestra que cada vez son menos los progenitores que renuncian al derecho de estar con su hijo en sus primeros días de vida.

Hace nueve años la situación era muy distinta. En el 2008, primer año completo de aplicación del permiso de 15 días, un total de 3.988 hombres solicitaron dicho permiso en Castellón, frente a las 4.512 solicitudes de bajas de maternidad. La diferencia fue amplia: 524 bajas más de mujeres que de hombres.

EL GASTO también SE DISPARA // La ampliación del tiempo que el padre trabajador puede compartir con la madre y su hijo ha provocado un aumento del número de peticiones en Castellón, y también ha tenido un considerable efecto en las arcas públicas, ya que el gasto se ha disparado. En los nueve primeros meses del 2016, el Estado gastó 1,9 millones de euros en abonar la prestación de paternidad en la provincia. Este año el desembolso ascendió a 3,1 millones de euros. Es decir, un aumento del 66,85%. Además, hay padres que solicitan el permiso y no utilizan las cuatro semanas, y eso explica por qué el aumento del gasto del Estado no llega al 100% pese a que el periodo de permiso se ha duplicado durante el 2017.

A quienes trabajan en Castellón por la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, el hecho de que se amplíe el permiso de paternidad es positivo, aunque lo consideran una medida claramente insuficiente. «Lo que no se puede hacer es dejar de lado a la madre. Está muy bien que los padres tengan derecho a más semanas, pero que la baja maternal en este país sea solo de cuatro meses es ridículo», argumenta Marcela de Hoyo, responsable de la Fundación Concilia, una organización con sede en la Vall d’Uixó y que lucha por que la conciliación sea una realidad efectiva. De Hoyo insiste en que hoy, las mujeres, «tenemos hijos para que los cuiden otros».