Parece que ha llegado el día de Harvey Weinstein, el productor de Hollywood caído en desgracia desde que docenas de mujeres le acusaran de abusos sexuales, incluida la violación y el asalto. Según informan varios medios estadounidenses, Weinstein pretende entregarse a las autoridades este mismo viernes, cuando se espera que la fiscalía de Nueva York presente los primeros cargos contra el cofundador de Miramax. Su procesamiento llegaría ocho meses después de que The New York Times aireara las primeras alegaciones contra el que había sido uno de los productores más poderosos de la industria. El artículo detalló los abusos sufridos por varias mujeres, incluida la actriz Ashley Judd, y la tendencia de Weinstein a comprar el silencio de algunas de sus presas recurriendo a los acuerdos extrajudiciales.

El caso Weinstein puso en marcha un movimiento global para denunciar el machismo, los abusos y el comportamiento inapropiado hacia las mujeres. Un movimiento, el #MeToo, que se propagó mucho más rápido que la respuesta de la justicia. La fiscalía neoyorquina ha recibido críticas por actuar con excesiva lentitud ante las evidencias obtenidas por el FBI para procesarle. Esta previsto que Weinstein se enfrente a varios cargos, relacionados al menos con el caso de Lucia Evans, una mujer que le acusó de obligarle a hacerle una felación durante una reunión de negocios que ambos mantuvieron en 2004.

Las autoridades también han investigado la presunta violación denunciada por la actriz Paz de la Huerta en su casa neoyorkina en 2010. De la Huerta acudió a la policía en octubre del año pasado, poco después de que el artículo en el Times abriera la caja de los truenos y animara a otras mujeres a romper su silencio. Weinstein también está bajo el escrutinio de las autoridades en Londres y Los Ángeles. No solo por presuntos delitos sexuales, sino también financieros.