El Ayuntamiento de Almassora ha reservado 180.000 euros para la compra de 10.200 cubos de 10 litros y las correspondientes bolsas biodegradables de uso doméstico, para implantar este año la recogida de la fracción orgánica de residuos sólidos urbanos. El consistorio contará con el 50% de financiación de la Unión Europea a través de los planes Feder.

El departamento de Medio Ambiente gestiona este procedimiento para que el municipio dé el salto en la prueba piloto realizada en el 2017 para la implantación definitiva de esta nueva línea de recogida de residuos. De hecho, los restos orgánicos suponen el 40% de la basura que generan los hogares y el correcto tratamiento permitirá reducir el volumen de desechos que van cada día al contenedor genérico.

OBJETIVO

El proyecto, además del reparto de cubos domésticos, supone la distribución de 410 contenedores de 1.100 litros por las calles de Almassora, con la intención de que todos los barrios se sumen a la iniciativa, que en su día permitió recoger 2,5 toneladas de orgánica en tres meses en las tres zonas de la localidad en las que se repartieron los contenedores específicos.

El consistorio pretende implantar el sistema gradualmente, hasta abarcar la totalidad del municipio, mediante la distribución de contenedores específicos que llegarán a todos los barrios. Este hecho se producirá después de llevar a cabo acciones de comunicación, dado que el departamento entiende que serán necesarias las campañas pedagógicas para que la población conozca el tipo de residuos que debe depositar en cada contenedor.

De esta manera, el Ayuntamiento llevará a cabo la campaña de información que requiere la Unión Europea, con la impresión de folletos para difundir e informar sobre los consejos sobre la utilización.

El departamento municipal de Medio Ambiente ha incidido en la necesidad de llevar a cabo esta acción pedagógica para comunicar a los vecinos el modo de uso correcto así como los beneficios que generará en el ecosistema debido al elevado grado de implantación.

CONCIENCIACIÓN

A este respecto, según señalan desde el consistorio, “todas estas acciones conforman un ambicioso objetivo, cuya consecución pasa por realizar una intensa labor de materia de información y concienciación ciudadana, así como dotar al municipio de los medios y sistemas adecuados con el objetivo de lograr la meta propuesta, dado que las viviendas deberán incorporar un nuevo contenedor de reciclaje que se suma a los ya existentes”, concretan.

PUNTO LIMPIO

Por otro lado, el proyecto de implantación de la fracción orgánica que desarrolla el consistorio conllevará también la instalación de un punto limpio de proximidad en la plaza Pere Cornell, en el corazón de la población, para facilitar el acceso del vecindario a las instalaciones de recogida selectiva de residuos no contemplados en los contenedores de calle.