L'Alcora vivió en su Viernes Santo la primera Rompida de la Hora como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y lo hizo con el deslucimiento que provocó la lluvia pero con una enorme pasión y satisfacción por ver que el esfuerzo de tanta gente se ha visto recompensada por el reconocimiento a nivel mundial a través de la Unesco.

El mal tiempo no pudo con el poderío de la Rompida pero provocó que fueran menos los tamborileros y bombistas que acudieron de fuera de la localidad hasta l'Alcora por lo que los que la protagonizaron y vivieron fueron en su mayoría locales.

A pesar de ello fueron mas de 500 tambores y bombos y numeroso publico con paraguas el concentrado para ver la Rompida. Los bombos y tambores, los protegieron con plasticos y muchos tamborileros iban con chubasqueros encima de sus vestas.