Hoy proponemos pequeños juegos sexuales para salir de la monotonía. La rutina suele ser necesaria para nuestra vida cotidiana pero existe un peligro... puede convertirse en monotonía. Para mí, la monotonía es aquella rutina que se hace aburrida, que no nos apetece y que nos desgasta, incluso que nos asquea. Fijaos: las personas tendemos a hacer siempre lo mismo y a dejarnos atrapar por la rutina y eso puede conducirnos a esa monotonía. Y cuando nuestra sexualidad entra en el terreno de la monotonía... la chispa puede desaparecer. Cuando relacionamos el sexo con algo aburrido, no nos apetece repetir... Por eso puede ser bueno hacer algo para romper ese aburrimiento e impedir que dejemos de gozar de nuestra sexualidad.

Antes que nada: todo juego sexual debe ser consentido por todos los participantes. En este caso, por ambos miembros de la pareja. Hoy ponemos en el escaparate 10 juegos a los que quizás ya jugáis. Pero, en consulta, nos encontramos muchas veces con la incapacidad para ampliar el abanico de juegos, por eso empezamos por cosas aparentemente sencillas. A partir de aquí, cada cual marca su grado de implicación y cómo sigue el juego...

1. JUGAR A NO VER

Venda los ojos a tu pareja y juega con su cuerpo. No hace falta que tengas ningún kit profesional para ello. Quítale la blusa y utilízala para taparle los ojos. Cuando tenemos un sentido inhabilitado, potenciamos el resto. Y si privamos la visión de nuestra pareja pueden pasar varias cosas: quien tiene los ojos vendados potenciará los otros sentidos, en especial el tacto, sentirá curiosidad y ciertomisterio por no ver qué va a suceder, no tendrá que hacer nada, sólo disfrutar, debe tener confianza con la pareja para gozar del momento y no sufrir por lo que pueda suceder... y quien puede ver domina la situación y puede hacer lo que desee (dentro de los parámetros de confianza y de consenso acordados con la pareja)

2. ATAR AL OTRO

Tampoco son necesarias unas esposas, se puede atar a la pareja con cada pata de un pantalón, de unas medias, etcétera. En esta ocasión, inmovilizamos a la pareja y quien es atado debe dejarsetocar y gozar y quien toca también es quien domina la situación. Es un juego para que uno se dedique completamente al otro. Sin que el otro pueda hacer nada. (Si quien domina la situación siente cierta vergüenza también puede mezclar el juego anterior y vendar los ojos del otro).

3. ACEITE DE MASAJE

Solamente tocar el cuerpo, no vale hacer nada más. Por un día (o más) jugad a tocaros, a acercaros a aquellas zonas erógenas que producen más placer pero no hagáis nada más. Solamente tocaros. Sin masturbación, sin sexo oral, sin penetración. Solamente tocar el uno al otro (por turnos) y con el aceite de masaje que facilite ese tacto. Luego tocará cambiar las sábanas si estáis en la cama...

4. SIN LUZ O A PLENA LUZ

Sin luz, solamente velas o totalmente lo contrario: una sala completamente iluminada. Jugar con la luz puede cambiar mucho la perspectiva de la relación sexual. Normalmente tendemos a quitar luz a nuestras relaciones sexuales... pero también podemos iluminar bien la sala y contemplar a nuestro compañero o compañera de juegos... (y también nos exponemos a ser admirados, claro...).

5. IR DIRECTO AL GRANO

Quizás este juego sea más sencillo para los hombres. Pero... ¿por qué no? Dejar que un día la pareja vaya directa a, por ejemplo, hacernos sexo oral. O ser tú quien va a buscar directamente a tu pareja y le desabrocha el pantalón...

6. SUSURRAR UNA FANTASÍA ERÓTICA AL OÍDO

Mejor con todo lujo de detalles. Dicen que uno de los mejores puntos erógenos de la mujer es la oreja (y no solamente para que la muerdan), sino para que le cuenten historias tórridas al oído... ¿A un hombre también le puede gustar? Yo creo que sí...

7. VER UNA PELÍCULA PORNO O ERÓTICA JUNTOS

Incluso propongo ver hasta cuándo podéis mirarla sin tocaros... ¿llegaréis al final de la película? Es posible que no. Ver contenido sexual estimula las ganas. Independientemente de la calidad de la película que estéis mirando. Ante un estímulo sexual, nuestro cuerpo suele dar una respuesta sexual.

8. MIRAR A LOS OJOS MIENTRAS SE HACE SEXO ORAL

Para ello necesitamos la luz encendida. Que tu pareja vea que mientras le estás haciendo una felación o un cunnilingus, de vez en cuando, le miras a los ojos... puede ser algo muy picarón que suba la tensión y también una muestra de cariño, de amor.

9. USAR UN COMPLEMENTO (O DISFRAZ) QUE TE AYUDE A ADOPTAR UN ROL

No es imprescindible un disfraz entero; quizás puedes encontrar algo que te permita meterte en el rol de lo que desees y jugar como si no fueras tú, como si estuvieras interpretando un papel...

10. SIN ROPA INTERIOR FUERA DE CASA

Olvidar “accidentalmente” la ropa interior y comunicarlo a la pareja cuando aún estáis lejos de llegar a casa: alguna reacción causará en ella... seguramente un poco nervioso o nerviosa se pondrá... y si encima dejáis volar la imaginación sobre lo que podría suceder sin la ropa interior...

Existen muchas más cosas, evidentemente, muchísimas más. Pero solamente ponemos 10 para empezar a hacer rodar la imaginación. Y, sobre todo, proponemos estas pequeñas cosas para incentivar que la monotonía no se coma una buena relación de pareja. El sexo no es hacer muchas cosas distintas y probar todo aquello que alguien nos diga, pero sí que tenemos que plantearnos qué cosas pueden hacer que la monotonía no destruya una buena relación de pareja. Y esto se puede aplicar a muchos otros terrenos... no solamente la sexualidad.

¡Os animamos a compartir con nosotros vuestros juegos favoritos!