Después de Alemania, España es el segundo país de la UE con mayor población de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGTBI), según ha publicado la empresa de estadística Dalia. Además, el informe The Global Divide on Homosexuality (de Pew Research Center), España es uno de los países donde la homesexualidad se acepta más. Sin embargo, aún queda un largo camino que recorrer. Hace dos años se registraron en España 623 incidentes de odio en contra de personas a causa de su orientación sexual, pero además de los delitos más graves el colectivo se enfrenta cada día a reacciones homófobas que van más allá de agresiones e insultos. Son creencias aparentemente amables y paternalistas sobre la diversidad sexual que esconden en realidad una homofobia latente.

Con motivo del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Biofobia, que se celebra este viernes, 17 de mayo, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha elaborado un listado con 12 frases catalogadas como "no ofensivas" pero que guardan detrás prejuicios contra esta comunidad.

1) "Por qué no hay un día del orgullo hetero?"

Esta frase esconde un desconocimiento de la problemática LGTBI y una profunda homofobia. La visibilidad cada vez mayor del colectivo LGTBI ha supuesto un crecimiento de las actitudes homófobas. Aunque entre el 60% y el 80% de la violencia contra personas LGTBI no se denuncia, el estudio La cara oculta de la violencia hacia el colectivo LGTBI reveló que el número de delitos de odio y de incidentes discriminatorios que se registraron en el 2017 triplicó del año anterior.

2) "Tengo una amiga lesbiana, tengo un amigo trans ..."

La antropóloga de la UOC Maria Olivella responde: "Y? Ni la orientación sexual ni el género definen la totalidad de una persona". Con este tipo de frases se quieren justificar comentarios o actitudes homófobas. Tener amigos de orientaciones sexuales diferentes o que hayan cambiado de género no implica una falta de prejuicios hacia estos colectivos.

3) "Quién es el chico (o la chica) en vuestra relación?"

En una sociedad heteronormativa, explica Olivella, se da por hecho que los hombres son masculinos y las mujeres son femeninas. Y estos hombres masculinos tienen relaciones con mujeres femeninas y al revés. Otro prejuicio al revés: "Por qué eres lesbiana si tu novia parece un chico?". Esta pregunta también se fundamenta en esta concepción binaria de la sexualidad, explica la investigadora de Género Maria Rodó.

4) "Los gais son tan divertidos... !"

Los estereotipos sobre cómo hay que ser gai o lesbiana también son discriminatorios. "Aunque la frase 'los gais son superdivertidos' se pueda decir como piropo", destaca Rodó, "vuelve a denotar una visión normativa y excluyente".

5) "Esto es de mariquitas"

La palabra "mariquita" también merece otra consideración cuando se utiliza de manera peyorativa: en este caso es obvia su connotación homófoba. Además del prejuicio que significa la generalización de un colectivo, Olivella denuncia que, en este contexto, se ridiculiza la condición de gai, se le atribuye una masculinidad "deficiente e insuficiente".

6) "No hay que irlo proclamando"

"La heterosexualidad se proclama todo el tiempo y en todas partes. No es cierto que la sexualidad se mantenga en el ámbito privado", dice Rodó. Se muestra en los restaurantes, el día de los enamorados, cuando se va por la calle dándose las manos, cuando una persona besa a otra..." Por qué no han de poder hacer lo mismo las personas del colectivo LGTBI?

7) "No tengo nada en contra, pero..."

Actualmente no es políticamente correcto expresar rechazo al colectivo LGTBI; así, pues, el "pero" sirve de excusa: "Ahora voy a decir algo discriminatorio y tienes que dejar que lo haga".

8) "Estás confundido, cuando madures ya lo decidirás"

Esta frase, que muchas veces se dedica a jóvenes y adolescentes, y sobre todo a personas bisexuales o personas que no se sienten representadas por su género, implica un rechazo profundo. Tener unas preferencias cambiantes, además, no significa estar confundido. De hecho, la identidad sexual cambia y evoluciona hasta la edad adulta, según un estudio publicado en el Journal of Sex Research.

9) "Ser gai o lesbiana es válido, pero ser bisexual es un vicio"

"Considerar que es un vicio lo que es una opción sexual es claramente ofensivo", dice Rodó. Y además, "da a entender que a una persona bisexual siempre le falta algo", añade Olivella. Esta forma de pensar se basa en un arquetipo por el que las personas bisexuales tienen un perfil de personalidad inmadura y compulsiva.

10) "Cuál era tu nombre de nacimiento?"

"Pedir el nombre de nacimiento a una persona trans denota negarle la identidad que ha elegido y negarle también el proceso de transición por el que ha luchado", asegura Olivella.

11) "Si eres transexual, al menos no seas gai"

Cuando una persona cambia de sexo, no se le "permite" expresar su orientación sexual. Se vuelve a incurrir en la secuencia lógica que si eres hombre te gustan las mujeres y al revés. Y si una persona ha cambiado de sexo, se le exige "ser coherente con él". "Pero la identidad de género y el deseo sexual no tienen nada que ver", explica Rodó.

12) "Eres hermafrodita?"

El colectivo intersexual es el más invisibilizado y el que genera más incomprensión en la sociedad. Equiparar hermafroditismo con intersexualidad es un hecho muy habitual, aunque no tiene nada que ver. El primer término se refiere a la presencia simultánea de ambos sexos y es una característica normal en algunas especies de animales y plantas, mientras que la intersexualidad es una combinación de características sexuales menos común y no encaja al 100% en las clasificaciones de sexo hombre o sexo mujer. Hay muchas variantes: personas que tienen órganos sexuales internos o genitales ambiguos; personas que tienen una combinación cromosómica que no es XY (masculina) ni XX (femenina), sino por ejemplo XXY; personas que nacen con genitales que aparentemente son totalmente masculinos o totalmente femeninos, pero sus órganos internos o las hormonas que segregan durante la pubertad no se corresponden con los de este sexo. Se calcula que entre el 0,05% y el 1,7% de la población es intersexual, según las Naciones Unidas. Y no es un problema médico, "por lo que no se debería obligar a las familias a inscribir y criar a su hijo intersexual como hombre o como mujer, aunque ahora mismo en España solo existe la posibilidad de inscribirnos como hombre o mujer en el Registro Civil", recuerda Olivella.