No es necesario tener la teoría a punto para ser feminista, pero sí merece la pena pensar un poco más allá de la propia experiencia a través de un libro. Si eres mujer y los machismos tamaño elefante o aquellos más bien micro no te han marginado o trasladado entre algodones y sonrisas (lo más peligroso) al terreno de la condescendencia, si no te ha molestado jamás que el capítulo de los cuidados domésticos y maternales vaya por defecto en tus genes de fémina, esta selección bibliográfica no es la tuya. También es bueno tener presente que hay muchas realidades aquí y en otras latitudes y que en ellas ser mujer es valer menos que cero o ser una aspirante a cadáver. Estos libros, no obligatorios pero sí necesarios, algunos más pop y superficiales otros más capitales, no deberían estar dirigidos tan solo a las lectoras. Todos, todas y todes deberíamos leerlos aunque solo sea para comprobar que no existe un solo feminismo en esta cuarta ola que estamos viviendo, la de las manifestaciones masivas. Aquí va una selección de los títulos fondo de armario y de las novedades rabiosas.

Feminismo y eso qué es?

Para sentar las bases no estaría nada mal empezar con un texto duro como un puñetazo: la Teoría King Kong de Virginie Despentes (Literatura Random House) que ya va por su sexta edición y es poco menos que el Santo Grial de los más jóvenes. No pocos veinteañeros (y algunos con más años), chicos, confiesan haberse caído del caballo heteropatriarcal leyéndola. Es un texto descarado, deslenguado, rabioso y punk escrito en el 2006 pero parece acabado ayer por la tarde. Otro clásico algo menos radical pero igualmente clarificador es Todos deberíamos ser feministas (PRH / Fanbooks) de Chimamanda Ngozie Adichie. Acaba de aparecer el ya célebre Manifiesto de un feminismo para el 99% (Herder) firmado por Cinzia Arruzza, Tithi Bhattacharya y Nancy Fraser. Impulsora esta última de la Huelga Internacional de Mujeres opuesta a Donald Trump con un marcado carácter anticapitalista y social. Su enemigo: el feminismo liberal estilo Hillary Clinton tan solo preocupado en romper el techo de cristal. Esta lista no estaría completa sin 'Monstruas y centuras' de Marta Sanz (Nuevos cuadernos Anagrama) una reflexión a pie de obra sobre los vaivenes feministas (metoo incluido) del 2018.

Mujeres en pie de guerra

Buenas y enfadadas de Rebecca Traister (Capitán Swing) explica como un mismo sentimiento, el de la ira que canaliza las revoluciones suele ser valorado como un impulso positivo entre los hombres pero se percibe como algo poco adecuado en las mujeres. Traister hace historia y llega a la conclusión de que no, calladitas no estamos más guapas. Parecida tesis, y también con certeros resultados, establece Enfurecidas de Soraya Chemaly (Paidós) que reivindica la ira femenina, tan poco elegante socialmente, que nos pone alerta frente a la humillación, la amenaza, el insulto o el daño.

En primera persona

Durante años el género confesional siempre fue un tanto masculinamente despreciado por femenino, sea lo que sea que signifique eso exactamente. Pero hete aquí que llegado el siglo XXI no existe nada más rompedor que la memoria personal, especialmente porque ahora sí mola al haberse convertido en un instrumento de ellos y ahí tenemos al gran Karl Ove Knausgard elevando sus cuitas domésticas (pobre hombre!) a la categoría de arte. Como contrapunto pueden leerse dos libros memorialísticos de una de las voces indiscutibles de la segunda ola feminista, la ya desaparecida activista norteamericana Kate Millet: Sita (Alpha Decay) y Viaje al manicomio (Seix Barral), voz de mujer sufriente y lúcida.

El lío de la maternidad

Jane Lazarre fue una de las estrellas de la Biennal del Pensament, su libro El nudo materno publicado originalmente en 1976 ha sido reeditado de nuevo aquí (Las afueras). Se trata de una de las mejores reflexiones sobre cómo los estereotipos de la (buena) maternidad chocan frontalmente con la opresiva realidad del cuidado de los hijos vivido con sentimientos encontrados; algo que todas las madres sienten y muy pocas se atreven a expresar. En la misma dirección camina la novela Maternidad (Lumen), de la periodista canadiense Sheila Heti, que nació cuando El nudo materno acababa de publicarse. Su protagonista se enfrenta al dilema de ser o no ser madre cuando su reloj biológico empieza a marcar el compás con mayor intensidad y no en absoluto puro deseo irracional. Ficción feminista filosófica.

La vulnerabilidad

'Violación' (Reservoir Books) no es un libro agradable, su autora Mithu M. Sanyal, lo advierte en las primeras páginas. No se pormenoriza un acto que es analizado desde su perspectiva histórica pero también social con preguntas tan reveladoras como por qué es tan difícil imaginarse a un hombre violado? O Por qué pensamos que los violadores son desconocidos en callejones oscuros cuando lo más habitual es que estén en los círculos familiares? Y desde una perspectiva más dirigida a las y los adolescentes está escrita 'La palabra más sexi es sí' de Shaina Joy Machlus (Vergara) una guía práctica del consentimiento y es que la palabra proviene del latín consensus que significa acuerdo mútuo.

El cómic y el test de Bechdel

No podían faltar en esta selección las novelas gráficas, una mina para el tema. Precisamente ha sido una autora de cómic, Alison Bechdel (Fun House) quien ha acuñado un test que lleva su nombre para valorar el grado de sexismo en las películas y series. Solo son tres preguntas: Hay al menos dos personajes femeninos con nombre? esos personajes hablan entre sí?; y si es así, esa conversación es sobre hombres? Aquí destacamos dos La desopilante Los sentimientos del príncipe Carlos de Liv Strömquist (Reservoir Books) y Lila, historia gráfica de la lucha feminista de Toni Galmés y M. Àngels Cabré. Y ya en plan descacharrante, el cuaderno de Temas de hoy (que sigue la vía abierta por Blackie Books) 'Juegos reunidos feministas' de Patricia Escalona y Ana Galvañ que incluye un 'lametrón' plastificado para ir practicando el cunilinguo.