Más de 22.000 personas se lanzarán este miércoles, en el recinto acotado de la localidad valenciana de Buñol, hasta 160.000 kilos de tomate en la tradicional 'Tomatina' que, en esta edición, tendrá a 350 agentes de la policía para vigilar un evento.

La fiesta, que comenzó como una broma en 1945, ha llegado a convertirse en fiesta de Interés Turístico Internacional. Seis camiones llevarán los 160.000 kilos de tomate, incluido otro más pequeño que hará el lanzamiento íntegro de tomates en la zona de la Plaza Layana.

Los participantes deben abonar 10 euros por la entrada a un recinto acotado y con un aforo limitado a 20.000 personas, desde el año 2013, para evitar colapsos y ganar espacio.

Hay más de 90 medios de comunicación de todas las nacionalidades acreditados.

El alcalde de Buñol y concejal de la Tomatina, Rafael Pérez, ha aprobado un protocolo de actuación contra la violencia machista y homófoba "que pueda haber momentos previos o durante la celebración de la fiesta", ha destacado. El consistorio buñolense, desde el pasado año, ha puesto en marcha campañas de sensibilización sobre esta cuestión.

RECORRIDO LIMITADO

Se trata de un protocolo de actuación que permitirá eliminar cualquier tipo de conato agresivo de carácter sexual hacia cualquier persona. En ese caso, ha comentado Pérez, las fuerzas de seguridad se encargarán de reducir a las personas implicadas, sacarlas del recinto habilitado para la fiesta y llevarlas a disposición judicial.

"Con ello pretendemos dejar claro que a la Tomatina se entra a disfrutar y hacer disfrutar a todos los visitantes, que es el único objetivo de nuestras fiestas", ha confirmado el alcalde buñolense.

Otra de las novedades de esta fiesta es el recorrido que los camiones harán hasta llegar a la zona de lanzamiento acotada. Desde siempre los camiones, acompañados de todas las personas que están arriba preparadas para tirar tomates, circulan por todo el centro de la población hasta llegar a las calles centrales de la fiesta, pero muchos vecinos se han quejado de que los jóvenes que están en los camiones comienzan a lanzar tomates por el pueblo cuando sólo pueden hacerlo en el recorrido estipulado.