Los precios de la energía eléctrica en España se han incrementado notablemente desde octubre de 2016, alcanzando valores que superaron los máximos históricos en enero de 2017 y desde entonces ha seguido la tendencia alcista. Esta situación del mercado eléctrico ha provocado una lógica preocupación a los consumidores, ya que de forma directa o indirecta esos mayores precios se traducen en facturas de la luz más caras.

Actualmente, el gasto de los hogares en luz crece un 60% pese a la caída del consumo. El hecho de la subida de precio ha afectado a menos del 40% de los usuarios de Castellón.

1.-¿Cómo se fija el precio de la luz?

El coste de la energía se determina diariamente y para cada hora en el mercadospot gestionado por OMIE, es decir, cada día y hora tiene un precio diferente. La forma de establecer este precio es de casación marginal. Esto funciona de forma que se casa la curva de demanda, formada por las comercializadoras para satisfacer las necesidades de consumo de sus clientes con la curva de oferta, formada por los productores que están dispuestos a generar diferentes cantidades de energía según el precio. El punto de casación determina el precio para una hora determinada.

2.-¿Qué motivos explican el hecho de que los precios suban?

El aumento de la demanda o la escasez de oferta de tecnologías más económicas (mayormente renovables) son los principales motivos de que el precio de la luz se sitúe en valores elevados.

La demanda está directamente relacionada con las temperaturas y la actividad industrial, por lo que en épocas muy frías o de mucho calor aumentará a causa del uso de los sistemas de climatización. La aportación de renovables a la oferta, sobre todo agua y viento, dependen de la climatología. Este año 2017 hay una gran falta de reservas hidroeléctricas ya que no ha llovido apenas en el norte ni en el interior, que es donde se encuentran los embalses y las presas con mayor potencia en España. El estado actual de los embalses es un 12% por debajo de la media.

Otros factores que afectan son el precio de las materias primas como el petróleo, gas y carbón. Cuando hay escasez renovable es necesario usar las tecnologías térmicas cuyo coste depende de su combustible fósil. Últimamente, en concreto el gas ha pasado por episodios de altos precios.

Además, a estas condiciones desde noviembre se sumó el menor aporte de generación nuclear en nuestro país vecino Francia a causa de unas paradas que afectaron hasta 21 de los 58 reactores nucleares. España tuvo que vender energía a Francia, traduciéndose en un aumento de la demanda para España y encareciendo los precios. Normalmente la situación es contraria, España se aprovecha de los bajos precios de Francia y le compra energía a precios bajos.

3.-¿Sirve de algo no usar los electrodomésticos en las horas más caras?

Depende de nuestra tarifa. Si no tenemos la tarifa de discriminación horaria (DH), solo tenemos un precio para todas las horas, por lo que pagaremos igual al poner la lavadora a las 13 que a las 3 de la madrugada. Pero si tenemos DH el precio es diferente y tenemos dos:

  • El período más caro, llamado punta o P1, se extiende desde las 13:00 hasta las 23:00 en verano y de 12:00 a 22:00 en invierno.
  • Mientras que el período más económico, llamado valle o en ocasiones P2 o P3, abarca desde las 23:00 hasta la 13:00 en verano y de 22:00 a 12:00 en invierno.

Aún así, el precio mayorista de la electricidad solo supone el 35% sobre el recibo final, el resto corresponde a impuestos (25%) y los denominados peajes, que fija el Gobierno (40%).En cuanto a los impuestos, hay dos, el de la electricidad (5%) y el IVA (21%). La tarifa de peaje se determina en función de la potencia contratada. Con este concepto se paga por el uso de las redes de transporte, distribución y otros costes regulados. Aunque modifiquemos nuestros consumos y, con discriminación horaria, los desplacemos al período más económico, el 60% de nuestra factura son costes fijos. Otra medida de ahorro es ajustar nuestra potencia contratada a la que realmente necesitamos, solo así conseguiremos reducir los costes fijos.

4.-¿Cómo nos afecta a los consumidores?

Si no quieres sufrir variaciones de precio de mercado, puedes sumarte a las comercializadoras de energía donde firmas un contrato con el que acordar un precio fijo de la energía durante un año. Es decir, las variaciones de precio del mercado no afectan y siempre se estará pagando la energía al mismo precio. Cabe destacar que, al término de ese periodo, la compañía revisará el precio al que cobra el kilovatio, según la situación prevista del mercado eléctrico. Como las compañías de seguros, avisará al cliente de las nuevas condiciones. Gracias a esta modalidad se puede disfrutar de seguridad y evitar el riesgo de las variaciones de precio del mercado, que sucede con las tarifas PVPC. El Precio Voluntario del Pequeño Consumidor es la modalidad de tarifa en la que el precio varía acorde a la casación del mercado diario, funcionando como una modalidad indexada a mercado. Con el PVPC nunca pagas lo mismo, sino que en cada factura resulta un precio diferente. Ello comporta un riesgo para el consumidor.

Así, si estás acogido al mercado libre, no tienes porque preocuparte si el precio de la energía esta caro o barato, ya que siempre tendrás el mismo precio firmado en el contrato. En cambio, si tu tarifa es PVPC puede que te interese pasarte al mercado libre, como el que ofrece Oppidumenergía y evitar el riesgo a que la energía esté cara, sobretodo, en épocas de gran consumo.