El cáncer de cérvix causa 800 muertes al año en España y en el 40% de los casos se diagnostica en estadios avanzados de la enfermedad, lo que dificulta el tratamiento, pero si se detecta a tiempo, las posibilidades de curación son muy elevadas. Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Cérvix que se celebró ayer, la Asociación de Afectadas por el Cáncer de Ovario y Ginecológico (Asaco) quiere concienciar a las mujeres y los profesionales sanitarios de la necesidad de acudir al ginecólogo y realizar citologías.

El cáncer de cérvix se produce cuando las células normales del cuello del útero comienzan a transformarse en lesiones pre-malignas y en malignas. La evolución de las lesiones malignas es lenta, lo que ofrece muchas oportunidades para la prevención del cáncer, según el jefe de Servicio de Ginecología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) de Valencia, Lucas Minig. Cada año se diagnostican en España 2.500 nuevos casos de cáncer de cérvix, y ocupa el sexto lugar en incidencia de cáncer femenino ocasionando 800 muertes cada año.

La mayoría de mujeres no presentan síntomas en los primeros estadios, pero cuando el cáncer ha invadido otros tejidos u órganos suelen aparecer síntomas como sangrado leve entre o después de la menstruación, tras el coito o en el examen pélvico. H