El 42,1% de los 651 conductores fallecidos en el 2017 en accidentes de tráfico y sometidos a autopsia había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según el informe del Instituto Nacional de Toxicología presentado este lunes. La memoria revela que, pese a las campañas informativas y las sanciones, los hábitos se mantienen prácticamente iguales en la última década, prevalenciendo el consumo de alcohol, seguido de cannabis y cocaína, con ligeros aumentos en estas dos drogas.

Así, los positivos han bajado un punto en cuanto a los conductores respecto al 2016, mientras que en los peatones la cifra ha aumentado hasta un 34%, si bien sigue siendo una de las más bajas del periodo.