Los sistemas de asistencia avanzada al conductor, los ADAS, podrían reducir a la mitad las cifras actuales de la siniestralidad vial en España, es decir, podrían ahorrarse 850 muertes, 4.500 heridos,50.000 accidentes y 4.300 millones de euros en asistencia sanitaria.

Así lo han calculado la Fundación Mapfre, la empresa Track Surveying Solutions y las asociaciones de víctimas Aesleme y Stop Accidentes, que este miércoles han entregado al director general de Tráfico, Gregorio Serrano, un documento con propuestas para que se incluyan en el nuevo plan estratégico de seguridad vial que quiere diseñar el Ministerio del Interior con todos los agentes implicados.

Todos ellos, que han basado su propuesta en un informe de la Dirección General de Tráfico (DGT), entre otros, han abogado por que los vehículos incorporen de serie esos sistemas, a la vez que han hecho hincapié en la necesidad de afrontar la renovación del parque de vehículos español dada su antigüedad.

Entre esos sistemas, han citado los de detección de riesgo de atropellos a peatones y ciclistas, que pueden llegar a evitar 7.500 accidentes; los que avisan del riesgo de colisión frontal (se evitarían 10.000 siniestros); los que alertan del cambio involuntario de carril (una causa que provoca casi la mitad de las muertes) o los detectores de fatiga y de consumo de alcohol ('alcolocks').

Serrano ha recogido el guante, más que nada porque la DGT tiene un informe sobre la influencia de los ADAS sobre la seguridad vial, y porque el próximo día 28 expondrá él mismo en Malta, en la reunión de alto nivel de responsables de tráfico de la UE, la necesidad de que Europa legisle en este sentido.