Siete de cada 10 los conductores españoles suspendería el examen teórico para obtener el carné y casi la mitad afirma que en el momento en el que se sacó el permiso de conducir no se sentía seguro circulando, según una encuesta realizada por el Observatorio Español de Conductores (Ducit), que es una iniciativa del RACE.

La encuesta, realizada a 1.500 conductores por una empresa independiente y difundida este lunes, incluía un test de 10 preguntas extraídas de las pruebas de la Dirección General de Tráfico (DGT). El examen oficial consta de 30 preguntas, con un máximo de tres fallos.

El 69% tuvo dos o más fallos, un 25% cometió un error y sólo un 6% fue capaz de responder correctamente a todas las preguntas, con lo que siete de cada 10 conductores encuestados suspendieron la prueba.

DUDAS SOBRE LA EFICACIA DEL EXAMEN

A pesar de esos resultados teóricos, muchos conductores expresan sus dudas sobre el actual proceso para obtener el carné de conducir. Así, un 36% piensa que el sistema actual no les capacita lo suficiente como para ponerse al volante, hasta el punto de que casi la mitad de las personas preguntadas (48%) confiesa que no se sintió con la seguridad suficiente para conducir después de haber aprobado tanto el examen teórico como el práctico.

Por otro lado, el 86% de los conductores se mostraron favorables a recibir más formación de una manera regular, mientras que un 14% expresó su disconformidad con esta idea. De todos los tipos de formación posible, los encuestados se inclinaron por que ésta fuera obligatoria (66%), teórica y práctica (61%), en la autoescuela (53%) y cada cinco años (45%).

Donde no hay dudas es en la opinión de los conductores acerca de las bondades de la tecnología para reducir el número de fallecidos. A pesar de los riesgos evidentes que supone su mal empleo, especialmente en el campo de las distracciones, el 89% cree que la implantación de ayudas tecnológicas en la conducción es positiva para reducir la siniestralidad.

APLAUSO AL CARNET POR PUNTOS

Respecto al carné por puntos, seis de cada diez creen que ha sido positivo para reducir el número de fallecidos, aunque es el cuarto factor que más ha ayudado a mejorar la siniestralidad (15%), por detrás de la mayor concienciación de los conductores (37%), la tecnología (31%) y las mejoras en las carreteras (17%).

Por último, también destaca la diversidad de maneras de las que se informan los conductores sobre los cambios de normativa, con la televisión (66%), Internet (48%) y el boca a boca entre familiares y amigos (33%) como las tres principales fuentes para conocer las modificaciones, por delante de las comunicaciones por carta de la DGT (26%).