El 86% de las aproximadamente 60.000 toneladas de CO2 que ha emitido la Cumbre del Clima de Madrid, iniciada el pasado 2 de diciembre, las han causado los vuelos de larga distancia utilizados por los asistentes al encuentro, ha explicado este viernes José Luis Blasco, de la empresa Acciona, encargada de hacer el recuento. El compromiso de los organizadores de la cita es que el monto de emisiones sea compensado por duplicado en los próximos meses, según ha anunciado Ismael Aznar, del Ministerio de Transición Energética de España.

"Los cálculos son todavía estimados -ha indicado Blasco- pero si nos basamos en la experiencia de la cumbre anterior, la de Katowice, en Polonia, todo apunta a que esta vez, además del 86% de emisiones causadas por las aerolíneas, un 10% restantes lo ha generado los hospedajes y la movilidad por la ciudad de Madrid durante estos días, otro 2% correspondería a las actividades llevadas a cabo dentro del recinto de la cumbre y un 2% por los conciertos".

Al encuentro, que oficialmente termina este viernes pero que posiblemente se prolongará al fin de semana por falta de acuerdo entre los negociadores políticos, han asistido unas 30.000 personas. Para paliar su huella de carbono, la organización de la cumbre ha distribuido entre los asistentes botellas de cristal que pueden ser rellenadas en las diversas fuentes repartidas por la superficie del recinto ferial de Ifema; se han colocado contenedores para recoger los desechos de manera selectiva (en cada punto hay cinco recipientes distintos) y se han facilitado tarjetas de transporte público gratuitas para acceder desde el centro de Madrid hasta la zona ferial. "Todo ello ha hecho merecedora a la cumbre de Madrid de hasta tres distintivos ambientales distintos", ha celebrado Aznar.