La diócesis de Milán autorizó para ayer una ceremonia de homenaje de Fabio Antoniani, conocido como DJ Fabo, que el 25 de febrero, tras quedar tatrapléjico y ciego a causa de un accidente de tráfico, se sometió a la eutanasia en Suiza con la ayuda de un centro médico. Es la primera vez que una parroquia católica acepta en un templo el homenaje de una persona que ha fallecido por voluntad propia. R.D.