La comunidad internacional adoptó ayer este sábado en una conferencia celebrada en Kigali, la capital de Ruanda, un calendario para la eliminación progresiva de los hidrofluorocarbonos (HFC), gases que tienen un fuerte impacto sobre el calentamiento global y que actualmente son muy utilizados en aparatos de refrigeración, espumas y aerosoles. Se espera que el nuevo acuerdo evite un alza de las temperaturas de 0,5 grados de aquí al año 2100.

Según el acuerdo alcanzado en Kigali, los países industrializados se verán obligados a eliminar los HFC de sus mercados a un ritmo más rápido que los países en desarrollo. El Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) recuerda que ya existen alternativas válidas.

La presencia de HFC en la atmósfera es muy escasa, pero como sus moléculas duran mucho antes de degradarse, tienen un notable efecto invernadero. Se empezaron a utilizar profusamente a partir de los año 90 para reemplazar a los clorofluorocarbonos (CFC), gases responsables de la destrucción de la capa de ozono, y ahora su crecimiento anual ronda el 10%. El acuerdo de ayer de Kigali, adoptado tras una semana de conversaciones, modifica el texto del Protocolo de Montreal, tratado firmado en el año 1987 con el objetivo final de preservar la capa de ozono.

«No es frecuente tener la oportunidad de lograr una reducción de 0,5 grados mediante la adopción de un solo acuerdo global», ha reconocido el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.

Según el PNUMA, esta enmienda acordada ahora es «la mayor contribución del mundo” a los acuerdos de la cumbre climática de París del pasado año. «El año pasado en París se prometió mantener el mundo a salvo de los peores efectos del cambio climático. Hoy en día estamos cumpliendo esa promesa que se hizo», ha dicho su director ejecutivo, Erik Solheim. H